El presidente del Principado, Javier Fernández, marcó ayer distancias con el concepto de plurinacionalidad en vísperas de la reunión que mantendrá la próxima semana con Pedro Sánchez en la Moncloa, la primera desde que el secretario general del PSOE sacara adelante la moción de investidura contra Mariano Rajoy para tomar las riendas del Gobierno.

"Estado plurinacional es, a mi juicio, un término equívoco y polémico (...) por la confusión que induce y las expectativas que abre en la peligrosa maraña de las emociones nacionales", planteó Fernández en la conferencia que ofreció en los cursos de verano de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, bajo el título "Los desafíos de organización y financiación en el Estado autonómico ¿reforma o colapso?", en la que reflexionó sobre la Transición, el modelo de Estado, la reforma del sistema de financiación y el desafío soberanista, entre otras cuestiones.

El presidente del Principado defendió su derecho a discrepar del concepto que ha introducido la nueva dirección del PSOE, tras el congreso federal que celebró el pasado año después de la victoria de Pedro Sánchez en las primarias, sobre el modelo de Estado: "No soy partidario de la idea de Estado plurinacional (...) Lo respeto pero este es un partido que admite la divergencia y la crítica a partir de un cuerpo pequeño pero inequívoco de convicciones compartidas y soy de la opinión de que entre esas convicciones no está incluida la del Estado plurinacional". Para Javier Fernández, ese concepto está sujeto a interpretaciones variadas: "Por eso cuando el Estado plurinacional convierte la nacionalidad en nación, para unos solo se nombra a un territorio con singularidades históricas y cultural (...) y para los independentistas se sube un peldaño esencial, porque no se es nacionalista por defender una cultura, sino por pensar que ser una nación otorga razones para actuar políticamente". Y volvió a remitirse al guión escrito por su partido en 2013 en la Declaración de Granada para "avanzar hacia un modelo federal", y que no cree que se deba "complementar con la idea de Estado plurinacional que ha incorporado el PSOE en su último congreso".

También abordó los pros y los contras que entraña la reforma de la Constitución en la actual coyuntura política, marcada de modo inevitable por el desafío soberanista en Cataluña. Javier Fernández admitió la necesidad de "adaptar la Constitución al Estado que a su amparo se desarrollado" en las últimas décadas, si bien reconoció que "la coyuntura actual es un condicionante", en alusión a la crisis institucional con Cataluña. "Soy consciente del riesgo de plantear una reforma constitucional en pleno desafío soberanista, pero sobre todo tengo muchas dudas de que pueda ser ahora un objetivo realista" por la composición actual del Congreso: con una "alta proporción de diputados que, o bien están en desacuerdo con los valores constitucionales, o simplemente se comprometen con unos territorios concretos".

El curso sobre el estado autonómico contó también con la asistencia de varios miembros del Gobierno de Cantabria, encabezados por su presidente Miguel Ángel Revilla, y la vicepresidenta, socialista, Eva Díaz Tezanos. Revilla no vio "ningún problema en que la Constitución reconociera y llamara nación a Cataluña, si eso no le da privilegios" sobre las demás autonomías. El dirigente cántabro aplaudió el hecho de que Pedro Sánchez haya recibido al presidente de la Generalitat, Quim Torra, aunque dijo que le "repelen" sus declaraciones con "ribetes xenófobos".