El asturiano ya podrá usarse como lengua oficial en las relaciones con la administración de la Universidad de Oviedo. La aprobación ayer de la "Propuesta de Reglamento Regulador del Uso del Bable" en la institución académica abre la puerta a poder presentar "escritos, comunicaciones y solicitudes redactados en lengua asturiana" ante los servicios universitarios. Si bien estos seguirán operando en castellano como idioma prioritario en su tramitación.

El anuncio fue hecho por el Rector, Santiago García Granda, al término del Consejo de Gobierno y la actuación responde, según Granda, "al cumplimiento de una sentencia judicial". Y es que reglamento anterior relativo al uso de la "llingua" en la universidad regional, promulgado en 2009, fue recurrido por el Aconceyamientu de Xuristes pol Asturianu (AXA), y el dictamen jurídico final ha obligado a cambiarlo. Eso sí, esta modificación solo afectará a las "relaciones entre la sociedad y la administración universitaria, pues no será aplicable a las relaciones con los alumnos", afirmó el Rector. Es decir, trabajos, exámenes y otras tareas académicas seguirán exentas de la aplicación de la normativa.

La unidad administrativa encargada de gestionar los documentos presentados en asturiano habrá de incorporar al expediente su correspondiente traducción al castellano para así poder proseguir su tramitación. Ello obligará a suspender los procedimientos hasta la recepción de la interpretación definitiva, que se pedirá a la Unidad de Traducción de la Administración del Principado, y el solicitante será informado del retraso ocasionado por esa transposición lingüística. Además se ha previsto la creación de una comisión asesora que vele por el correcto uso del bable en la Universidad.

Por otro lado, el Consejo de Gobierno aprobó también la institucionalización del "paro académico". Una figura "que existe en muy pocas universidades y que completará los derechos de los estudiantes, ya que al no ser trabajadores no tienen derecho a la huelga, y de esta forma podrán ejercerla, eso sí, de forma limitada", dijo Elisa Miguélez, vicerrectora de Estudiantes. Con una duración máxima de un día cada tres meses, existirá un comité para tratar de negociar con los alumnos. Sin embargo, no tendrá repercusión excesiva pues no podrán alterarse los exámenes fechados.