La Consejería de Sanidad ha registrado en lo que va de año un total de 1.200 notificaciones de reacciones adversas a medicamentos, productos sanitarios o productos cosméticos. Casi todas ellas llegan procedentes de la Atención Primaria, pero también desde el sector farmacéutico.

Consejería y Colegio de Farmacéuticos de Asturias presentaron ayer la Red de Farmacias Centinelas, un estímulo para que los profesionales de las boticas hagan un esfuerzo adicional en una iniciativa, la de la notificación de cualquier anomalía asociada a un producto, que en palabras de la decana del Colegio, Belén González Villamil "ya forma parte de nuestro trabajo".

La Administración cree que las notificaciones de reacciones adversas son "la punta del iceberg", entre otras cosas porque la mayoría de esas reacciones son leves y el usuario/paciente se limita a dejar de utilizar el medicamento o el producto sanitario o cosmético en cuestión.

Curso y presencia

Cuantas más farmacias se apunten a la red, mejor para todos, y la decana González Villamil está segura de que "el número de integrantes de la red centinela será muy alto". En eso hay coincidencia. Sanidad les pide superar un curso de formación y pone una condición, como señaló la decana del Colegio: la farmacia centinela tiene que contar con la presencia de al menos un farmacéutico titulado durante todo el horario de apertura.

La presentación fue presidida por la directora de Política Sanitaria, María Jesús Merayo, y contó con las explicaciones del inspector farmacéutico de la Consejería de Sanidad, Jesús Ruiz Salazar, quien valoró que "Asturias es la primera o segunda comunidad con mayor número de notificaciones anuales" de reacciones adversas. El año pasado fueron 1.800 y en lo que va del presente ejercicio ya son 1.200 "con lo que es muy fácil que se llegue a las dos mil".

Las reacciones pueden afectar a cualquier órgano y ser en algunos casos de especial gravedad. Los puntos más vulnerables son la piel y el aparato gastrointestinal.

A veces las reacciones adversas de un producto tienen que ver con la prescripción médica, pero otras con la dispensación o el uso equivocado por parte del paciente. Un error a la hora de interpretar la dosis marcada por los médicos puede conducir no solo a la ineficacia del medicamento, sino a que se convierta en contraproducente.

"No se trata de criminalizar porque lo que hemos comprobado es que con determinados productos los errores se repiten", explica Jesús Ruiz. "En ocasiones un leve cambio en el prospecto o en el envase sirve para evitar esos errores". Se calcula que un dos por ciento de los medicamentos son retirados cada año del mercado por temas relativos a la seguridad.

Más mujeres

En Asturias funcionan 456 oficinas de farmacia y están colegiados unos 1.400 farmacéuticos. Dar cuenta de posibles anomalías en relación con un fármaco o un producto sanitario es norma común pero ahora la red de farmacias centinela lo hará más sencillo. Colegio de Farmacéuticos y Consejería de Sanidad acordaron crear una comisión dentro de esta red para realizar un seguimiento y evaluar resultados.

La gama de productos es muy amplia, más allá de los medicamentos. El apartado de cosmética gana peso en las farmacias, que también venden productos de higiene personal.

Las notificaciones de reacciones adversas se dan mucho más en mujeres que en hombres (la relación está en torno al 65% y el 35%). Puede que una parte de la explicación haya que buscarla en el mercado (las mujeres son más consumidoras de distintos productos cosméticos o sanitarios) pero sobre todo, como señala el inspector farmacéutico Ruiz Salazar, por la mayor esperanza de vida femenina y el alto número de asturianas por encima de los ochenta años y en muchos casos con tratamientos farmacólogicos diversos. Las interacciones medicamentosas son un riesgo.