Después de muchos días de no ver el sol parece que al fin se pueden contar buenas noticias. Las nubes que parecían haberse quedado a vivir en el Principado se marcharán mañana a primera hora de la mañana. O al menos eso dicen las previsiones de la Agencia Estatal de Meteorología: mañana hará un domingo de playa en casi todo el Principado (sobre todo por la tarde). Eso sí: podrás ir a la playa pero tendrás que tener precaución con el baño. Se anuncia bandera roja en muchos arenales de la región.

Los meteorólogos aseguran que habrá intervalos nubosos matinales que no deben preocupar a los bañistas ya que “tenderán a poco nubosos por la tarde a excepción de los mazizos orientales de la Cordillera”. Las temperaturas subirán, tanto las máximas como las mínimas y (por primera vez en muchos días) no habrá ningún fenómeno meteorológico adverso que destacar en toda la región así que sólo queda hacer planes para disfrutar.

La Agencia Estatal de Meteorología apunta a que los termómetros variarán entre los 13 de mínima en Langreo y los 27 de máxima en Navia. Y es que parece que el calor azotará sobre todo la costa occidental de la región.

Y ahora viene la parte negativa: la alegría va a durar poco. El lunes volveremos a la normalidad. Al menos así lo aseguran desde la Agencia Estatal de Meteorología que prevén en Asturias “intervalos nubosos aumentando a nuboso por la tarde con probables lluvias en la mitad occidental y centro”. La semana arrancará además con temperaturas en ascenso y viento flojo. El martes la previsión tampoco es buena. La AEMET habla de “lluvia y chubascos dispersos que se irán extendiendo desde el oeste al resto del Principado”.

La parte positiva

Habrá que consolarse con disfrutar al menos de un día de playa. Sobre todo si se tiene en cuenta que la incesante presencia de nubes en Asturias impidió incluso el pasado viernes que los residentes en el Principado pudieran contemplar el eclipse y la luna de sangre que sin embargo sí que se pudo ver desde el resto de comunidades del país. El mal tiempo que está protagonizado esta temporada estival en Asturias está teniendo un doble efecto: el de los que vienen al Principado buscando un poco de fresco y poder dormir por las noches lejos del intenso calor del centro penínsular y el de los que se quejan por no poder disfrutar apenas de actividades al aire libre propias de los meses de julio y agosto y de las vacaciones de verano.