La satisfacción era más que evidente ayer entre la cúpula directiva del SOMA, el sindicato que José Ángel Fernández Villa dirigió durante 35 años y que acabó demandándole por un presunto delito continuado de apropiación indebida. A él y a Pedro Castillejo, quien dirigió la fundación del sindicato minero, Infide, hasta 2014. El condenado se enteró por LA NUEVA ESPAÑA de que el tribunal había fallado. Ni él ni su abogado respondieron a las reiteradas llamadas de este periódico.

El sucesor de Fernández Villa en la secretaría general del SOMA, José Luis Alperi, no escondió su satisfacción "porque corrobora la decisión que en su momento tomamos la dirección del sindicato y de la fundación, y que se hizo un gran trabajo, tanto las personas que realizaron la auditoría como nuestro abogado. Se ha demostrado que hubo un menoscabo del patrimonio de Infide y la sentencia, aunque no es firme, lo corrobora y dice que hay que reponer esos fondos".

El letrado del SOMA, Miguel García Vigil, del despacho de abogados Ontier, dio por descontado que Pedro Castillejo recurrirá la sentencia de la Audiencia Provincial al Tribunal Supremo, y descartó solicitar el ingreso en prisión. "Estamos satisfechos porque se ha demostrado que los hechos denunciados eran ciertos", afirmó.

El tribunal es el mismo que ha juzgado a Villa por un delito similar. Ahora falta su sentencia.