El Principado ha dado un paso al frente hacia un objetivo que persigue desde hace años y que no es otro que conseguir que la Unesco declare la cultura de la sidra asturiana como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

Para ello era necesario contar con una comisión de expertos, que ya se ha formalizado. Esta comisión será la encargada de asesorar a la Administración autonómica para impulsar las propuestas y acciones de difusión y promoción, además de aportar sugerencias sobre los procesos de participación social, dinamización y proyección colectiva que se lleven a cabo a lo largo del proceso. La comisión estará presidida por los directores generales de Patrimonio Cultural y de Desarrollo Rural y Agroalimentación, junto con el responsable del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Protegida Sidra de Asturias y tendrá diez vocales nombrados entre profesionales de experiencia.

Asturias se agarra a la singularidad del escanciado como una de las bazas más importantes para lograr el aval de la Unesco. Tal y como explica Jesús Casas, director general de Agroalimentación, el impulso a la candidatura "supone asumir la responsabilidad como ciudadanos de un territorio, de nuestra cultura y de nuestra forma de hacer, que es algo más que nuestra". Casas considera que contar con el reconocimiento de la Unesco para la cultura sidrera asturiana es la forma de dejar un importante legado a "las generaciones venideras".

La cultura de la sidra asturiana cuenta ya con la consideración de Bien de Interés Cultural, un proceso de protección articulado por la Dirección General de Patrimonio Cultural entre 2013 y 2014 y culminado por el Consejo de Gobierno el 11 de julio de 2014. En mayo de este año, la Consejería de Desarrollo Rural y Recursos Naturales presentó el logotipo "Cultura Sidrera Asturiana Patrimonio Inmaterial de la Humanidad" como un impulso para sumar adhesiones al proyecto. El siguiente paso es elevar una propuesta en firme, que debe ser seleccionada por el Consejo del Patrimonio Histórico Español como candidatura española ante la Unesco. En octubre de 2013, el Principado ya comunicó a este Consejo su intención de trabajar en el proceso, que se pretende culminar en la primavera de 2019.