La normalidad ha vuelto a las carreteras asturianas tras las largas caravanas que se registraron al mediodía en dirección a Santander.

Las retenciones llegaron a prolongarse hasta 5,5 kilómetros para dirigirse a las playas del Oriente asturiano. La Autovía del Cantábrico (A-8) entre Gijón y Ribadesella está saturada desde el kilómetro 360,500 en dirección a Cantabria.

Las altas temperaturas y el sol, después de varios días de lluvia, llena las playas de la costa asturiana, todas aptas para el baño, aunque en aproximadamente la mitad de los arenales ondea la bandera amarilla que indica precaución.