La Confederación Hidrográfica del Cantábrico (CHC) tiene las competencias para autorizar la navegación turística. Desde que comenzó esta actividad, en los años ochenta, el organismo de cuenca ha otorgado los permisos mediante el sistema denominado de "declaración responsable": cualquier persona que se comprometa a respetar las normativas vigentes obtiene autorización y puede montar su empresa.

La Consejería de Turismo indicó en su momento a la CHC que analizara la posibilidad de aplicar el sistema de "concurrencia competitiva": sacar a concurso público (en conjunto o por lotes) la navegación turística. Turismo solo ponía una condición, que pudieran competir, únicamente, las empresas ya establecidas en el Sella. Esta solución quedó aparcada al señalar varios juristas que no sería posible restringir el concurso, lo que podría dejar fuera a las empresas que trabajan ahora en el río.

La Consejería de Medio Ambiente estudió también limitar el número máximo de canoas en el hipotético caso de que perjudicaran a alguna especie protegida o al hábitat del río. La conclusión de los expertos fue que, siempre que se limite el número de embarcaciones, por la razón que sea, hay que ir a concurrencia competitiva. Así también se aparcó esta solución. Ahora la consejería de Empleo, Industria y Turismo analizará si declara o no el Sella "zona turística saturada".