La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El Principado prepara un censo de la especie, presente sólo en Degaña y Cangas del Narcea

Adiós al urogallo cantábrico. Cuando se publicó el último plan de conservación del hábitat del urogallo en Asturias, había presencia de esta ave en un tercio de los concejos de Asturias. Quince años después sólo quedan muestras de urogallo en Degaña y Cangas del Narcea.

Así las cosas, en estos tres lustros 22 concejos asturianos han dicho adiós al "gallón" y, según los expertos, sólo un milagro podría salvar a la especie de su total extinción. Ni rastro de la especie en Ibias, Allande, Tineo, Grandas de Salime, Somiedo, Teverga, Belmonte, Grado, Quirós, Lena, Aller, Laviana, Sobrescobio, Piloña, Caso, Ponga, Amieva, Peñamellera Alta, Peñamellera Baja, Cangas de Onís, Parres y Cabrales, donde sí habitaba el urogallo en 2003; de hecho, todos estos municipios se encontraban integrados dentro del plan de conservación. Pero desde 2012 el urogallo no tiene ninguna normativa en vigor para su recuperación, a pesar de la obligación establecida tanto a escala regional como nacional, dejando las actuaciones a merced de las decisiones de los técnicos de la Consejería de Medio Ambiente.

En el año 2014 se hizo una pequeña excepción, y aunque no es un plan de recuperación, sí se aprueba la gestión de la especie dentro de los parques naturales de Redes, Ponga y Somiedo y se adoptan algunas medidas, aunque han resultado escasas para una evolución positiva de la especie. Ahora el Principado prepara un nuevo censo del urogallo, pero lamentablemente sólo se han encontrado indicios de su presencia en Cangas del Narcea y Degaña. Su desaparición es inevitable, según los técnicos del Principado. La Universidad de Oviedo censó durante el año 2009 con métodos genéticos las aves que quedaban entre el Occidente y el Alto Sil: sólo 144 ejemplares.

Compartir el artículo

stats