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CIPRI QUINTAS | Inventor de las máquinas expendedoras de amigos

"Hay que merecer un entierro inmenso"

"Soy un guerrero del amor que quiere ser recordado como una buena persona"

El empresario Cipri Quintas. LUIS MALIBRÁN

En permanente modo teléfono móvil, donde atesora más de 5.000 contactos, Cipri Quintas (Madrid, 1966), alaba las bondades de la vida en paz con uno mismo y con los demás con la única preocupación de merecer un entierro inmenso y ser recordado con cariño, al menos durante diez años, como una buena persona. Quintas se ha retirado de la noche, que le hizo millonario a los 21 años, para volcarse en ofrecer en internet su experiencia en relaciones sociales y profesionales. Sus trucos aparecen ahora reflejados en 'El libro del networking', una guía para aprender a hacer amigos, que se vende en unas máquinas expendedoras colocadas hasta en algunos hospitales, cuyos ingresos dona a las fundaciones del Padre Ángel, Irene Villa y Sandra Ibarra.

-¿Cómo reaccionó cuando el director de su instituto le dijo que allí estaba perdiendo el tiempo porque era un mal estudiante?

-Me esforcé para aprobar y vi una oportunidad para seguir haciendo lo que más me gusta: relacionarme con la gente.

-Y en vez de enfadarse con quien le invitó a dejar los estudios se asoció con él...

-Sí. Vendía agendas de piel con varios compartimentos que El Corte Inglés dio un año como regalo a sus clientes vip. Me compré mi primer traje y me sentí el hombre más importante del mundo.

-Aquel profesor no consiguió desanimarle, pero supongo que como todos tendrá miedo de sus flaquezas....

-Temo decepcionar o no estar a la altura de lo que me pide la gente.

-Así que es usted un esclavo de las expectativas de los otros?

-No se puede jugar con las expectativas de los demás. La palabra es un contrato y siempre creo en lo que digo y prometo aunque ese nivel de compromiso me genere angustia. Más de cien personas al día me piden ayuda.

-¿Qué tipo de ayuda?

-Trabajo, apoyo, cariño?

-¿Qué gano si doy sin esperar nada?

-Todo. No puedes vender ayuda, apoyo o un abrazo. Hay que ponerse en modo dar para que la vida te vaya bien. Si esperas recibir algo a cambio te conviertes en prisionero de esa expectativa.

-¿Hacia dónde voy por ese camino?

-Si haces de la ayuda un hábito te conviertes en guionista de historias maravillosas. Muchas parejas se han casado gracias a mí.

-Si habló bien de los demás y los demás me machacan, ¿dónde está el negocio?

-Tú eres siempre tu mejor anuncio y los que hablen mal de ti no hacen más que hablar mal de ellos mismos. El mejor negocio de la vida es hablar bien de los demás porque aumenta tu marca personal.

-¿De qué le sirve su agenda de más de 5.000 contactos?

-Sirve para que pasen cosas. Llevo más de 30 años tejiendo mi propia red de contactos con los ojos siempre bien abiertos. Las personas que te rodean tienen necesidades que tú puedes resolver.

-¿Qué puede enseñarme su libro sobre los secretos del networking?

-Éste es el libro de mi experiencia vital. Muy diferente por tanto de los que escriben otros "couchinistas profesionales" que hablan de experiencias que no han vivido. Yo comparto los trucos que me auparon al éxito.

-¿A qué llama usted alcanzar el éxito?

-A tener un entierro inmenso en el que todos tus amigos te lloren de verdad. Tenemos que trabajar en vida para disfrutar de un buen entierro. Me gustaría que me recordasen con cariño diez años después de haber muerto.

-¿Hay un networking con corazón?

-Si no hay amor, el networking es un fracaso. Yo invierto en el corazón de las personas.

-¿Cuál es la clave del éxito social?

-Mirar a los ojos de las personas, abrazarlas, preguntarles cómo están.

-¿Cómo funcionan en nosotros el miedo y el amor?

-El miedo sólo lleva al odio. Odiar a alguien es tiempo perdido para conocer a otras personas. El amor es lo único que da sentido a la vida y te hace crecer, ser más creativo y solidario.

-Me siento en el tren o en el avión junto a otro pasajero, ¿qué hago: lo saludo y me presento o paso de él?

-Siempre hay que preguntarle quién es. ¿Quién sabe si no vas a hacer un negocio con él, te vas a acabar casando con esa persona o es, simplemente, el último ser humano que ves porque se estrella el avión?

-Usted conecta bien con los demás porque es muy simpático, pero si yo no lo soy me costará mucho más.

-El que no desarrolla su capacidad de ser simpático es porque es un puñetero vago.

-¿Qué le ha impresionado del Padre Ángel, Irene Villa y Sandra Ibarra, sus tres grandes referentes?

-La capacidad de dar que tienen los tres. Uno pelea contra la exclusión social; otra, contra los límites de la discapacidad, y Sandra ayuda a los que sufren cáncer.

-Usted me recomienda unirme a los buenos y huir de los malos, pero, ¿cómo puedo distinguirlos?

-Abriendo los ojos, porque el mundo está lleno de gente buena. Y a los que son malos hay que decírselo aunque temamos su respuesta.

-¿Son los malos irrecuperables?

-No, sólo son personas con miedo a los que muchas veces provocamos nosotros.

-¿Está seguro de que me ayudará ser buena persona a alcanzar mi éxito profesional?

-Es lo único que te va a ayudar. Nadie quiere hacer negocios con mala gente.

-Usted es un hombre de negocios de la noche, un discotequero. ¿Hay muchas buenas personas en ese sector?

-La única diferencia entre la noche y el día es que las luces de la calle estén o no encendidas. En la noche hay gente maravillosa.

-¿Cómo va la campaña contra el abuso del alcohol en la que usted participa activamente?

-Llevo 12 años con ella junto a la Policía y varios ayuntamientos para concienciar a la gente. Más que alcohol siempre he querido ofrecer magia.

-O sea, que usted es también mago....

-Lo que quiero es facilitar la vida a la gente, que las personas disfruten del buen rollo, la cultura, la solidaridad y la ayuda.

-¿Se puede disfrutar de la noche sin pasarse con el alcohol?

-Así debe de ser. El que se emborracha o consume drogas está huyendo de la vida porque hay algo que no le gusta de ella. Hace tiempo que dejé la noche. Estaba harto de enfrentarme a las personas que trapichean. De los relaciones públicas me libré gracias a Facebook.

-¿Qué tiene usted contra los profesionales de las relaciones públicas?

-Me refiero a los relaciones públicas que invitan a copas a sus amigos hasta que arruinan al empresario que los contrata.

-¿Cómo van sus negocios después de haber tenido más de treinta casas de hostelería, miles de trabajadores y de llegar a ser millonario a los 21 años?

-Todo va muy bien aunque internet es hoy mi principal negocio. Tengo el móvil permanentemente en la mano y aunque se me vea muy liado puedo asegurar que eso es la felicidad. No paro. El sillón es un arma letal.

-¿Cómo quiere usted ser recodado de su paso por la vida?

-Soy un guerrero del amor y me gustaría que mi epitafio dijera: "Aquí descansa una buena persona".

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