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El viaje en tren de Oviedo a Llanes dura tres horas, tanto como ir hasta Bilbao en coche

Las detenciones del convoy alargan el itinerario considerablemente

Jano de Miguel. ÓSCAR G. MAYO

8.55 horas de la mañana es la hora en que el tren sale de Oviedo. Pasarán tres horas hasta que llegue a Llanes, en ese mismo tiempo, un viajero en coche podría hacer ese tramo tres veces, y uno en autobús, casi dos. En un turismo, podría haber llegado hasta Bilbao. El elevado número de paradas -muchas de ellas, "fantasma"- lleva a que la mayor parte de los usuarios que realizan este recorrido sean turistas de fuera de Asturias que pretenden conocer la geografía norteña llegando hasta la zona limítrofe con Cantabria, o bien, continúan a Santander.

Entre ellos se encuentra el catalán Pedro Jaime Torres, que tilda el tren de "turístico" y del que opina que sirve "para disfrutar del paisaje y conocer la geografía del norte desde la ventanilla". Esa función turística del ferrocarril también la comparte el canario Ángel Martel: "Me viene bien este tipo de trayectos para disfrutar del paisaje asturiano porque vengo desde Canarias. Entiendo que no es el día a día de los viajeros que son de aquí, que buscan caminos más rápidos de comunicación".

El centro de los debates diarios de los viajeros es la necesidad o no de la supresión de paradas con el fin de aligerar la duración del trayecto. "Podrían hacer como el autobús y solamente parar donde vaya a subir gente, porque entre que entra el tren en la estación, se para y arranca...", sugería Paula Cortés. "Lo de no parar si no se van a subir o a bajar pasajeros lo veo un problema porque los trenes tienen un horario estipulado para llegar a las estaciones, y, si por ejemplo llega a Llanes con siete u ocho minutos de adelanto, tiene que esperar, así que no sirve nada", expresó Jesús Suaces.

Esa propuesta de aligerar el recorrido viene fundamentada por la cantidad de paradas "fantasma" que se encuentran en el recorrido. En el primer recorrido del día entre Oviedo y Llanes, ningún usuario hizo uso de Fonciello Apeadero, La Carrera, El Remedio, Llames, Nava, Carancos, Infiesto, Villamayor, Sevares, Soto de Dueñas, Ozanes, Policlínico, Fuentes, Toraño, Llovio, Camango, Belmonte y Balmori.

No todas son paradas obligatorias, existen las discrecionales, donde el tren solo para si hay viajeros dispuestos a subir o bajar. Para ello, es muy útil el papel que realiza el revisor, anotando quién tiene pensado apearse en cada parada e informa sobre ello al maquinista. En ese punto hay posturas enfrentadas, entre quienes no suprimirían ninguna, como Arancha Rubio, que alude a que "la gente de los pueblos se quedaría colgada" o quienes sí lo harían en su mayoría, como Arturo González: "No es normal que tarde tanto tiempo para tan poca distancia", se queja. Y entre medias, la solución la puso encima de la mesa José Montero: "Deben invertir más y que haya un tren que comunique los pueblos y otro que sea más directo para quienes vayan a hacer el recorrido de media distancia, porque para cien kilómetros, tres horas es demasiado".

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