Un grupo de vecinos de Llanes comentaba ayer las similitudes existentes entre la muerte del concejal llanisco de IU Javier Ardines y la del alcalde de Fago (Huesca), Miguel Grima, del PP, asesinado hace 11 años de un disparo de escopeta en el pecho. El parecido, aparte de tratarse de dos políticos, aunque de ideologías radicalmente distintas, radica en todo indica que ambos tuvieron que detenerse cuando avanzaban en sus vehículos porque sus agresores habían colocado obstáculos en el camino. En el caso del regidor aragonés varias piedras de gran tamaño, en el caso del edil asturiano unas vallas de obra. En ambos casos los homicidas aprovecharon que se detuvieron para despejar la vía para perpetrar su ataque, según sospechan los investigadores.