Las dos vallas de obra que cortaron el paso a Javier Ardines y le obligaron a bajarse de la furgoneta en la que se dirigía hasta el puerto de Llanes desde su casa se han convertido en la últimas horas para la Guardia Civil en una de las piezas clave para esclarecer el crimen y conocer la identidad de la persona o personas que brutalmente asesinaron a golpes al edil de IU llanisco el pasado jueves a las seis de la mañana en una emboscada.

La policía judicial ha encontrado en las vallas materia orgánica que podría corresponder a restos de comida, según fuentes cercanas a la investigación. Los agentes del instituto armado han abierto una línea de investigación para conocer si dichas vallas fueron utilizadas en alguna celebración acontecida los días previos al asesinato del edil (en la madrugada del jueves), llegando incluso a visitar algún establecimiento y lugares cercanos donde se ha tenido constancia de que faltaban elementos de este tipo, utilizados algunos de ellos en varias fiestas.

El mismo día del asesinato, mientras el cuerpo de Javier Ardines permanecía en el lugar del crimen, agentes de la Policía Judicial se desplazaban al paso a nivel de Belmonte de Pría. Junto a la vía del tren, en una finca, se apilan, entre matorrales, medio centenar de vallas de obra desde hace varios años de una empresa de construcción que quebró similares a las que aparecieron en el lugar del crimen. Tales cercas habrían sido usadas por el autor o autores para obstaculizar al edil y obligarle a bajarse del coche con el fin de asaltarle.

El entorno de la familia, mientras tanto, se muestra convencido de que el asesinato del edil de IU, y marinero de profesión, fue premeditado y en el mismo participó más de una persona. En las últimas horas han declarado en el cuartel de la Guardia Civil de Llanes la mujer, los dos hijos y el entorno más cercano a Ardines, entre los que se encuentran, por ejemplo, las personas que viven en las casas ubicadas en el camino donde tuvo lugar el crimen o el marinero que faenaba con él en la embarcación "Bramadoria", con la intención de reconstruir sus últimas horas de vida.

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Javier Ardines, de 52 años, fue encontrado muerto a las ocho de la mañana, la frente y la nuca provocados por un objeto contundente que le desfiguró el rostro. El político presentaba también varias lesiones en las manos que indican que intentó defenderse y repeler el ataque de asesino o asesinos que acabaron con su vida.