Jornada de playa y retenciones de hasta cinco kilómetros en la Autovía del Cantábrico, ayer, a la altura de Villaviciosa. Aunque los vehículos no llegaron a estar parados, sí que se formó un embotellamiento con circulación muy lenta en torno a las ocho de la tarde, coincidiendo con el final de la jornada de playa y sol que ayer pudieron disfrutar los asturianos.

Se formó una caravana importante en la A-8 que llegó a alcanzar los cinco kilómetros y sí que hubo alguna parada intermitente, según la información de la Dirección General de Tráfico.

Éste es uno de los puntos conflictivos en donde se suelen producir embotellamientos, ya que se concentra el tráfico de todas las playas del Oriente con el de Rodiles, y en la salida del túnel de Villaviciosa la Autovía del Cantábrico pasa de tres carriles a dos hasta la salida de Gijón, con lo que se forma un embudo que provoca retenciones en jornadas de mucho tráfico, como la de ayer. Cinco kilómetros de caravana en los que los turismos tuvieron que descender la velocidad hasta casi parar, y viajando con la máxima atención para no colisionar.

También se registraron incidencias en la nacional 634, a la altura de Canero, por un desprendimiento en la carretera, y hubo que cortar un carril.