Cerca de medio centenar de pescadores, marineros y patrones de embarcaciones del puerto de Llanes han guardado un minuto de silencio hoy en recuerdo del concejal de IU Javier Ardines, asesinado el pasado jueves al recibir varios golpes cuando iba a trabajar con la embarcación de la que era armador. Junto a la rula de Llanes, la concentración ha contado con la presencia del director general de Pesca del Principado, Francisco José González, y del patrón mayor de la Cofradía de Llanes, Ángel Batalla, que ha incidido en que la muerte de su compañero no puede estar relacionada con el mundo de la pesca. La concentración de pescadores tuvo lugar apenas unas horas antes de que cientos de vecinos salieran a la calle en Llanes para mostrar su solidaridad por lo sucedido.

La concentración ha tenido lugar varias horas después de que la Guardia Civil inspeccionase el Bramadoria, el barco del que Ardines era patrón y armador, en busca de pruebas o indicios que pudiesen ayudar a esclarecer el crimen. La inspección ha tenido lugar junto a uno de los marineros con los que Ardines salía a faenar todos los días y que, según han apuntado algunos compañeros, no ha asistido a la concentración convocada poco después por los pescadores de la zona, porque se encuentra muy afectado por lo sucedido.

Éste último acto de condena ha sido convocado por Izquierda Unida y al mismo se ha unido el Ayuntamiento de Llanes, cuyo alcalde, Enrique Riestra, ha asegurado a EFE que el equipo de gobierno municipal seguirá "el legado y el ejemplo" del único concejal de IU. El cuerpo sin vida de Ardines fue localizado a unos centenares de metros de su vivienda en la localidad de Belmonte de Pría, sobre la calzada que daba acceso al inmueble, y su furgoneta, parada pero con el motor encendido, fue localizada a 70 metros del cadáver.

En la zona la Guardia Civil encontró además tres vallas de obras tiradas junto a la calzada por lo que se baraja la hipótesis de que alguien las hubiera colocado previamente con el objetivo de que el concejal se viera obligado a bajar de su vehículo para seguir circulando, momento en el que se habría producido la agresión.