La introducción de urogallos pirenaicos para que se crucen con ejemplares cantábricos e intentar así que no desaparezcan de la cordillera Cantábrica exigiría la descatalogación de la subespecie del urogallo cantábrico, que aparece definida y reconocida en el catálogo de especies protegidas. La posible descatalogación, que abre la puerta al cruce con otros urogallos, es considerada por la mayoría de los biólogos asturianos "una auténtica aberración, dada la situación en la que se encuentra el urogallo cantábrico".
Así, para poder llevar a cabo el proyecto, que se financiará desde el Ministerio de Medio Ambiente y que engloba la construcción de un nuevo centro de cría de urogallos en cautividad en Castilla y León y las obras de rehabilitación del ya existente en Sobrescobio, será necesario retirar la catalogación al urogallo cantábrico, considero una "rareza biológica" y que desaparecería al cruzarse con el urogallo pirenaico.
En el centro de cría asturiano los resultados no han podido ser más nefastos; desde el año 2011 los veterinarios del centro han manejado 229 huevos, de los cuales no se ha logrado que ningún un polluelo sobreviva. Un proyecto que costó 676.000 euros y cuyas instalaciones se han quedado obsoletas, según han manifestado los propios trabajadores del centro.
El urogallo cantábrico debe descatalogarse como especie en peligro de extinción, ya que de no hacerse no podría hibridar con otras aves, salvo que éstas fuesen de su misma subespecie. El urogallo cantábrico se catalogó en peligro de extinción en el año 2005, debido a la caída en picado de la población. Sólo en Asturias esta ave ha desparecido de veintidós concejos en los últimos años. Ahora mismo sólo hay rastro de ellos en Redes.
Híbridos
La polémica está servida, ya que mientras que desde el Principado van a optar por cruzar a los pocos urogallos que quedan con ejemplares pirenaicos, los biólogos creen que no se han hecho los estudios necesarios para evaluar cuáles son los verdaderos problemas a los que se enfrenta el urogallo cantábrico y que han llevado a la especie al borde de la extinción.
Además, dudan del éxito de los programas de cría en cautividad de polluelos, ya que dada la experiencia llevada a cabo en Sobrescobio, los resultados sólo han servido para invertir dinero y no se ha conseguido que ningún urogallo cantábrico viva en libertad.
