El senegalés Mbaye Tall es un superviviente nato. Anteayer lunes sobrevivió a una brutal colisión contra una grúa a la altura de Riberas, en Soto del Barco. Le han operado una pierna y tiene un dedo roto, amén de numerosos golpes por todos lados. Pero este hombre de 37 años sabe lo que es sobreponerse al infortunio. En 2006 vivió una auténtica odisea para llegar en patera a Canarias. "Fue muy duro y peligroso, hubo muertos en aquel viaje, solo quería mejorar la vida", asegura desde su habitación en el Hospital San Agustín.

Tras un tiempo en Canarias, terminó recalando en Asturias y ahora lleva unos años en San Esteban de Pravia, trabajando en la hostelería. Su jefe, el propietario de la Tapería El Monterrey, dice de él que es "una pasada" como trabajador y le guarda el puesto de trabajo para cuando salga del hospital.

Del accidente, Mbaye no recuerda mucho, simplemente que iba conduciendo por Soto y que se despertó en el Hospital. El senegalés iba conduciendo un coche a nombre de su jefe, motivo por el que se corrió que había sido éste el que había sufrido el siniestro, lo que levantó un gran revuelo.

Mbaye tendrá que pasar unos días recuperándose. Quedó atrapado por las piernas en el interior del coche siniestrado y tuvo que ser excarcelado por los Bomberos del SEPA. Muchos pensaron que sus lesiones eran más graves de lo que finalmente fueron. Quienes le conocen lo tienen claro: "Volvió a nacer".