Si el puerto de San Lorenzo, que une los concejos de Teverga y Somiedo, es espectacular en sí mismo, durante el verano aún lo es más con el ganado pastando en su espacio. A este lugar acude con frecuencia en este tiempo Almudena Menéndez Álvarez, de 19 años, para controlar el ganado de sus padres, un trabajo que lleva en la sangre y del que se confiesa enamorada. "Somos de un pueblín pequeño en Somiedo que se llama Villamor. Por el invierno, por la dureza del tiempo, no queda apenas gente, pero volvemos en verano, por lo que seguimos manteniendo la trashumancia. Por otro lado, también hay que formarse, que nunca está demás y la vida da muchas vueltas", indica con orgullo.

Mujer de su tiempo, sabe que la formación nunca sobra y aunque se confiesa una apasionada de la ganadería también se está preparando al mismo tiempo en Gijón estudiando un módulo superior de FP de Salud Ambiental. "Empezamos a trashumar hará veinticinco años cuando mi padre compró la casería en la zona rural de Gijón, en la parroquia de Cenero. Tenemos unos 180 animales de las dos explotaciones. En verano estamos en Villamor porque tenemos ganado en el puerto, también en Piedra Jueves y en la zona de León. Por el invierno, que es cuando el trabajo ganadero es más duro por la estabulación de los animales, los tenemos entre Gijón y fincas en Pola de Siero", señala esta joven, que afirma sin dudar a renglón seguido que "para vivir de esto tienes que tener muchos animales, con menos de cien no vives exclusivamente del ganado, vaya, porque todo son gastos constantes; además está, por otro lado, toda la burocracia y el papeleo que conlleva, que es tremendo. Y luego está todo el tema de la fauna salvaje", afirma con una seguridad que asombra por su juventud.

Y es que Almudena se siente muy ligada al oficio paterno, que aprendió desde muy niña. "Yo tengo vocación ganadera, siento pasión por la ganadería. Desde bien pequeñina he andando con mi padre con las vacas de un lado al otro. Mi padre es el mejor maestro en temas ganaderos que puedas tener, todos los días aprendo algo de él. Tanto mi hermano Álvaro como yo vamos siguiendo sus pasos", dice ella con sincero orgullo.

Almudena Menéndez se alegra de que actualmente se sepa más de las ganaderas asturianas y que se les reconozca su trabajo y su pasión por el oficio. El formar parte del grupo de Whatsapp "Ganaderas asturianas" ha sido muy importante para darle visibilidad y reconocimiento al sector. "Somos mujeres de todas las edades y las más jóvenes aprendemos mucho de las veteranas", matiza.

En cuanto a la posibilidad de emprender hoy en el campo, lo tiene claro: "Yo creo que sin tener una base de conocimiento de los animales o ser por ejemplo quien continúe una ganadería, lo que se dice partir de cero en el campo es imposible tal como está hoy".