El Llagar de Colloto ha batido todas las marcas en la subasta del Cabrales al abonar 14.300 euros por el mejor queso del año elaborado por Valfriu, de Tielve. Cuatro fueron los restaurantes que se disputaron en la fase final de la puja la preciada pieza: La Cabaña, Couzapín, el Llagar de Colloto y El Cenador de Los Canónigos, de Cangas de Onís.

Este año, la pasión por el Cabrales desborda Asturias. Y es que el número de establecimientos que han pujado por el queso ganador ha batido un récord histórico. Fueron 15 los hosteleros participantes (el doble que la pasada edición), de los cuales cuatro son restaurantes venidos de fuera del Principado, concretamente de Mallorca, Granada, Toledo y Madrid. Las motivaciones para hacerlo son diversas y los 3.300 euros pagados por una pieza de kilo y medio el año pasado no desaniman a ninguno. El anterior día histórico para el queso de Cabrales fue en 2016 cuando se pagaron 11.000 euros. Y es que nunca antes se había pagado una cantidad tan alta por una pieza de esta variedad. Al final, después de dos horas de intensa puja, el representante del restaurante Couzapín y de la sidrería Carlos Tartiere, ambos asentados en Madrid, se llevaron el mejor Cabrales de aquella edición, una pieza de cerca de 2,5 kilos de peso elaborada por la quesería Vega de Tordín.

"Me parece un concurso interesante, y el Cabrales siempre me ha gustado, lo vi anunciado, y como tengo vinculación con Asturias, pues me lancé", aseguraba el granadino Gregorio García, del restaurante Oleum, uno de los presentes esta mañana en Arenas por primera vez. En cuanto límite que está dispuesto a alcanzar en la puja, aseguraba "no llevar un tope planeado", si bien prometía mantenerse atento a cómo se desenvolviera la subasta, pues el objetivo claro era llevárselo, para hacer promoción del Cabrales por el sur de España", planteó García.

Javier Zapico, regenta el Restaurante Casa Zapico en Bargas (Toledo). Estuvo en el certamen de hoy "porque me gustaba la idea, el nuestro es un local asturiano y todo lo que sea dar publicidad es bueno", cuenta. Es el primer año que se presenta "animado por otros expertos gastronómicos", relataba Zapico en conversación con LA NUEVA ESPAÑA. Con 17 años se trasladó de Asturias a Castilla la Mancha, donde su hermana y él han creado sendos establecimientos hosteleros en torno a Toledo. En caso de ganar, anunció horas nates de la subasta, "invitaré a los clientes más fieles a tapas con el queso, haremos una fiesta aprovechando nuestras vacaciones", asegura. Eso sí, espera tener que pagar una cifra similar a la del año pasado: "Fue un precio asequible, ya más es complicado, aunque mi tope es diez mil", revela Zapico.

Gijón también estuvo bien representado en la subasta. Dos sidrerías de la ciudad aspiraban esta mañana a llevarse el mejor Cabrales de 2018. "Cuando nos llamaron no lo dudamos, la idea es fabulosa, es apostar por el producto asturiano y eso nos encanta", cuenta Emilio Rubio dueño de la sidrería La Montera Picona. Rubio sabe que la competencia será grande, "podemos pujar de cien en cien euros, y va a costar lo suyo, pero tengo la suerte de que todo el personal de las sidrerías ha querido participar en la puja. De momento no me han dicho hasta donde puedo alzar el brazo, pero algo tenemos pensado. Nosotros vamos con una idea que no voy a desvelar", aseveró Rubio, "y si nos lo llevamos, como así espero que sea, lo compartiremos con todos nuestros clientes, ¡es que se tiene que probar algo así!", sentenció. Al final no pudo ser.

En la puja también estuvo presente Alejandra Venegas, de la Parrilla Ramón, en el barrio de El Coto. Allí también pensaban en compartir el queso con sus parroquianos más fieles. "Habrá que probar ese queso con unos buenos culetes", aseguraban en esta sidrería gijonesa.

Aunque también habrá representación asturiana que probará suerte por primera vez. "El certamen da mucho prestigio, yo lo considero el de mayor importancia ahora", dice Ramón González, propietario del Bar-Tienda Casa Mariluz, en Oviedo. "Ya sabíamos de su existencia, teníamos un amigo que en otra ocasión pujó y nos decidimos", aseguró.