Los familiares del exmilitar veigueño Marco José Martínez, "Popeye", encarcelado en la isla africana de Santo Tomé desde principios de este mes bajo la acusación de preparar un sangriento golpe de Estado, no han podido contactar con él en los últimos días. Después de hablar telefónicamente con el encarcelado el jueves de la semana pasada, volvieron a intentarlo el sábado, pero el responsable de la prisión les indicó que no estaba autorizado a facilitar ese contacto. Hoy jueves volverán a intentarlo.
Ese mismo día decidieron remitir una carta al Ministerio de Exteriores para reclamar "que se haga necesario para que salga de la cárcel", en palabras del padre de Marco Martínez. Según éste veigueño, "ellos son escoltas, no han cometido ningún crimen, ni han matado a nadie". La carta remitida a exteriores no ha obtenido respuesta, y los familiares agradecerían un poco de información sobre los pasos que se están dando para su excarcelación.
La cónsul honoraria de España de Santo Tomé, María Teresa Mendizábal, ya ha realizado gestiones con el embajador de España en Gabón, para al menos facilitar las llamadas telefónicas entre el encarcelado y sus familiares. Los tres presos españoles, el veigueño, el riojano Orlando Pérez López y el gaditano José Manuel López Jiménez, también han sido visitados por el cónsul portugués en la isla africana.
Agregado de Interior
La semana pasada visitó Santo Tomé el agregado de Interior de la embajada en Gabón, que tiene designados los países de África Central, incluida la pequeña isla del Golfo de Guinea. José Antonio Alonso se entrevistó con los ministros de Defensa y Justicia, Arlindo Ramos e Ilza Amado Vaz.
En la última conversación que Marco Martínez mantuvo con sus familiares negó que las armas aprehendidas por las autoridades santotomeñas fueses suyas. "Nos las colocaron", indicó el exmilitar. Y atribuyó todo este embrollo a cuestiones políticas.
Según aseguró su padre, Marco Martínez tiene detrás a sus camaradas de la seguridad privada, que están pensando incluso en formar una plataforma para presionar al Ministerio de Exteriores para que mueva todos los hilos y logre la liberación de los tres españoles detenidos. "Y si no, están dispuestos a ir a liberarlo ellos mismos", aseguró el padre de Martínez. Aunque la familia está convencida de que Marco Martínez soportará con entereza toda esta situación kafkiana, empieza a estar preocupados, puesto que los españoles ya llevan encarcelados casi un mes en una prisión cuyas condiciones dejan mucho que desear.
