La asturiana Cristina Álvarez, afincada en Gijón durante años, es una de la treintena de españoles que permanecen "atrapados" en Kiev con sus bebés recién nacidos gracias la gestación subrogada, legal en Ucrania. Ella acudió a la capital ucraniana el 30 de julio, en compañía de su marido y su otro hijo, de nueve años, para ultimar los trámites del proceso. Ahora, ya con su hija Carmen en brazos, no puede volver a España por la imposibilidad de inscribir el nacimiento de la pequeña en el registro civil de la Embajada de España en Kiev, un requisito indispensable para que los niños obtengan la nacionalidad española. "La situación es lamentable y se ha generado intencionadamente", lamenta la afectada, por teléfono desde Kiev, a este periódico.

En la Embajada le han dado cita para analizar su caso, informar sobre la legislación vigente, las alternativas legales y "para buscar la mejor solución", según un comunicado que ayer emitió la sede diplomática. Pero la cita está prevista para el próximo 13 de noviembre, lo que supone un importante problema para ella y su familia al disponer de permiso de residencia sólo hasta el 30 de octubre. "Mi permiso es de 90 días, para entonces me quedaría en situación irregular en Ucrania; además, si yo me tuviese que ir, la niña se tendría que quedar en un orfanato", desvela Cristina Álvarez. "Han dicho que lo iban a arreglar pero no han arreglado nada, es lamentable la situación", incide la asturiana. A lo anterior, hay que sumar que "estamos a punto de quedarnos sin la cobertura de nuestro seguro privado ".

Los diplomáticos españoles explican que inscribir los nacimientos en el Registro Civil Consular de la Embajada de España en Kiev "requiere de un especial cuidado al haber sido informados en los últimos casos de mala praxis médica asociada a los procesos de reproducción asistida, así como de casos de posible tráfico de menores". No obstante, otro motivo -en la Embajada sostienen que no es el principal- es la modificación de la Ley de Protección de Datos.

"Esta situación se ha generado intencionadamente porque hasta el 5 de julio los niños salían sin problemas de Ucrania, hasta el día 6 que de pronto dejaron de permitirlo", responde la asturiana, afincada ahora en Madrid, a un comunicado "que no dice ni soluciona nada".

A la incertidumbre deben sumar la preocupación de sus respectivos empleos. Por el momento "en nuestros trabajos han sido flexibles y han entendido la situación para permitirnos coger días de vacaciones del año que viene, pero estamos hipotecando nuestras vacaciones de dos años", explica y agradece Cristina Álvarez en previsión de mantenerse en el país hasta el mes de noviembre. "Serían ya seis meses y la flexibilidad tiene un límite, y si esto sigue así no veremos obligados a la suspensión de empleo y sueldo", valora.

"Pruebas de ADN"

La gestación subrogada es legal en Ucrania para parejas heterosexuales con imposibilidad de tener hijos o embarazos de riesgo. Su legislación permite inscribir al niño en el registro previa renuncia de la madre gestante.

Luego, el consulado español debía reconocer la filiación del padre a través de muestras de ADN remitidas a un laboratorio de España para, una vez certificado, inscribir al nacido en el registro.