Las carreteras españolas han registrado, en las dos últimas décadas, una veintena de accidentes de autobús con cuatro o más muertos, con siniestros como el registrado hace dos años en Freginals (Tarragona), donde fallecieron catorce jóvenes. Una trágica lista que suma más de 170 víctimas mortales, 17 de ellas en Asturias (contando las cinco de ayer en Avilés) y centenares de heridos.

El 16 de abril de 2006, cuatro personas, entre ellas dos menores (de 9 y 15 años), fallecieron tras salirse de la calzada y volcar, entre Pola de Lena y Mieres, un autobús en el que viajaba el grupo scout de Pumarín (Gijón).

El siniestro se saldó, además, con treinta heridos. El grupo retornaba a Asturias después de pasar un fin de semana en La Vecilla (León). Los dos adultos fallecidos eran monitores del grupo.

Ocho años antes, el 17 de noviembre de 1998, siete estudiantes del Instituto, cuyo conductor también falleció, a la altura de Buelna. Los estudiantes fallecidos, todos ellos con edades comprendidas entre los 12 y los 17 años, eran vecinos de Colombres. Otros 26 adolescentes resultaron heridos en el mismo siniestro.