-No tenemos ni un bar. Es una pena, porque pasa por aquí mucha gente camino de Muniellos, pero no tienen ningún motivo para pararse a conocernos.

No es una declaración aislada. Es casi una petición de auxilio, una llamada de atención a gente que quiera invertir y vivir en una zona de la Asturias rural privilegiada por la naturaleza. Es el grito de guerra que ayer lanzó Moal, aldea de unos 80 habitantes -en fiestas, muchos más- situada en el concejo de Cangas del Narcea, a 19 kilómetros de la capital por la carretera que conduce a San Antolín de Ibias a través del endiablado puerto del Connio. La puerta de entrada al fastuoso bosque de Muniellos, el mayor robledal de España y uno de los mejor conservados de Europa, Reserva Mundial de la Biosfera desde 2002.

Por segundo año consecutivo, una pequeña localidad que no tiene ningún bar se ha proclamado "Pueblo ejemplar de Asturias". Así lo decidió un jurado presidido por el empresario Francisco Rodríguez, presidente de Reny Picot, que hubo de dictar sentencia sobre un elenco de 32 candidaturas. Se trata de la 29º. edición de una distinción que el año pasado recayó en Poreñu (Villaviciosa).

En un sábado del próximo mes de octubre, al día siguiente de la ceremonia de entrega de los Premios "Princesa de Asturias", los Reyes de España visitarán Moal para entregar un galardón dotado con 25.000 euros y, sobre todo, con incontables toneladas de orgullo vecinal.

¿Y qué se encontrarán los monarcas Felipe y Letizia? Un pueblo sumergido en "una alegría desbordante", declaró un emocionado Antonio Rodríguez Álvarez, alcalde de barrio de la localidad, pocos minutos después de conocer que Moal había ingresado en el catálogo de pueblos distinguidos de Asturias. Un núcleo de casas alargado y estrecho, asentado en el angosto valle por el que discurre el río Muniellos, con la peña Moncó como retablo. El Moncó es el monte que se crestea en la carrera de montaña Puerta de Muniellos, competición que ha alcanzado una notoriedad que sigue creciendo año tras año.

Moal. Un pueblo de la parroquia de Vega de Rengos que ha sabido sintetizar tres elementos fundamentales -cultura, deporte y mujeres-, con tres asociaciones muy activas centradas en cada uno de estos ámbitos. Hasta hace unos años, la fiesta local duraba un solo día. Pero los vecinos decidieron ampliarla una jornada más para atender la demanda de las mujeres, que reclamaban un día de festejos en el que no les tocara trabajar a ellas.

Asi celebró Moal el premio al Pueblo Ejemplar

Asi celebró Moal el premio al Pueblo Ejemplar

Moal ha logrado una simbiosis de generaciones que viven el pueblo como algo muy propio. Los jóvenes han marcharse para formarse y labrarse un futuro, pero todos regresan en cuanto pueden atraídos por la fuerza centrípeta que ejercen el flamante pueblo ejemplar, sus gentes y su estilo de vida. Sólo dos casas, las de José Lago Collar y la de Ana Álvarez Fernández, reunieron a comer a 83 personas este pasado fin de semana con motivo de la fiesta. "Somos un pueblo bien avenido, no recuerdo pleitos entre vecinos", subrayó José Lago, quien ejerce como enlace entre las tres asociaciones vecinales.

El fallo del galardón fue hecho público a las dos de la tarde. Minutos después, casi todos los habitantes de Moal que no tenían obligaciones laborales tomaron el empinadísimo camino que sube a la antigua escuela -un local empleado hoy como centro social- para celebrar juntos la noticia. En realidad, ya estaban bien rodados para el festejo, ya que la localidad canguesa había honrado a sus patronos San Juliano y San Julianín este pasado fin de semana.

Javier Rodríguez Díaz tenía que trabajar ayer por la tarde, pero una llamada telefónica le movió a cambiar de planes, y su jefe lo tuvo a bien. Él fue uno de los encargados de lanzar voladores a un cielo gris y plomizo, que amenazaba lluvia.

José Víctor Rodríguez, alcalde de Cangas del Narcea por el PSOE, calificó el premio como "una explosión de alegría". Con esta expresión quiso hacer una velada alusión a la fiesta canguesa de la Descarga y, de alguna manera, a la necesidad de los vecinos del municipio más extenso de Asturias -y el vigésimo primero más grande de España- de una buena noticia que borrase el malestar que dejó el estallido de voladores registrado en la última edición, el pasado mes de julio. Un suceso que no ocasionó daños personales, pero sí materiales, y también un notable susto en el cuerpo de los cangueses.

-¡Viva Moal! -gritaron los vecinos, una vez congregados, con el Moncó como telón de fondo.

-¿Y qué es Moal? -preguntó uno de ellos.

-Un pueblo ejemplar -respondieron todos al unísono.

Como aclaración toponímica, Ana Álvarez Fernández puntualiza que en el pueblo "todos decimos Moal", y no "Mual", versión asturiana. Entre tanto, la Fundación Princesa de Asturias argumentó que "nosotros tenemos que atenernos a la nomenclatura oficial".

Como portavoz de sus vecinos, Antonio Rodríguez explicó que "todas las actividades que organizamos tienen como objetivo buscar salidas a la crisis través del turismo". En esta misma línea, Mari Carmen Álvarez, presidenta de la Asociación de Mujeres, y su antecesora, Isabel Díaz Rodríguez -propietaria de una casa rural-, subrayaron casi al unísono que "es fundamental que este premio sirva a Moal y al conjunto de Cangas del Narcea para que crezca el turismo y la gente se anime a invertir aquí. Teniendo Muniellos, esto es una mina sin explotar".

Corzos, rebecos, osos... La comarca es rica en fauna. En los últimos tiempos, la aparición de dos osos muertos ha podido enturbiar el prestigio del pueblo. "Esos ataques tuvieron que ser cosa de alguien ajeno al pueblo. Aquí no somos enemigos de los osos. Respetamos el ecosistema, la fauna y la flora. No nos molestan los osos, aunque pueden molestarnos los daños que ocasionan, que a veces se gestionan de forma un poco tardía", enfatizó el alcalde barrio, quien quiso aprovechar la oportunidad para plantear una reivindicación: "Pedimos que, cuando se gestionen espacios como el nuestro, se cuente con los vecinos de la zona, que algo tenemos que decir".

A la celebración se acercó el tinetense Matías Rodríguez Feito, diputado autonómico del Partido Popular: "Tengo mucha relación con la gente de Moal a raíz de la carrera de Muniellos y corro con el equipo de Moal. Me alegro mucho por los vecinos que trabajan por poner en valor un territorio rural como éste", aseveró.

En nombre de los moalenses, su alcalde de Barrio quiso expresar un mensaje "de recuerdo y condolencia" para las víctimas del accidente de ayer de Avilés. Cara y cruz. Pero era un día de fiesta. Y de música. Esther Álvarez, al tambor; Christian Fernández y Toni Fernández, a la gaita. Laura Uría cantaba tonada. Muy jóvenes los cuatro. Para la fotografía, todos los vecinos se apiñaron en torno a Sandra García Gromaz, una chica de 31 años que lleva 7 en silla de ruedas a causa de un ictus. Y, ajena a todo, Alicia Rodríguez se dirigía con su carretilla a sacar patatas: "La cosecha va bien? de momento". Ayer fue ubérrima para Moal.