El ambiente que se respiró a lo largo del día de ayer en la estación de autobuses de Avilés fue de conmoción general ante los hechos ocurridos en la autovía, a poca distancia de las instalaciones en la avenida de Los Telares. El bullicio habitual de las conversaciones de cuantos usuarios esperan el autobús se apagó en una jornada que abatió a viajeros y empleados. La mayoría de estos últimos, incluso aquellos que disfrutaban de su día de descanso o se encuentran en periodo de vacaciones, acudió a las oficinas y andenes para compartir la tristeza por el fatal accidente. Unos y otros centraron la atención de los heridos y fallecidos y tuvieron un recuerdo para las familias.