Los heridos más graves fueron trasladados al Hospital Universitario Central de Asturias, en Oviedo, donde se vivieron momentos de angustia por parte de los familiares, especialmente los del conductor del autocar, el candamín Omar López. Trasladado en helicóptero al HUCA, el conductor fue llevado al quirófano de inmediato. Los familiares, que se encontraban en el área de Urgencias, fueron conducidos rápidamente por una trabajadora sanitaria a la zona de reanimación, para esperar noticias de la intervención. Los gestos eran muy serios. Los familiares prefirieron no realizar declaraciones a la prensa, pero mostraron cierto alivio después de que se les confirmase que su familiar saldría adelante, aunque con graves mutilaciones. Casi una decena de parientes se agolpaba en una de las salas de familiares a la espera del resultado de la operación. Estaba previsto que el conductor quedase en la zona de reanimación antes de ser ingresado en planta para su recuperación. Otro dos heridos fueron conducidos al Hospital Central, con graves lesiones.

El ambiente en Urgencias era de gran tensión. Una mujer que tenía a su madre en uno de los boxes aseguró que les había prohibido visitarla en esa zona para que los médicos y enfermeros pudiesen trabajar con más eficiencia. "Hablaban de que tendrían que practicar alguna amputación", aseguró esta misma mujer, impresionada por el estrés que generó este accidente Todo el mundo comentaba la desgracia ocurrida en Avilés.