El arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes, ha agradecido hoy a Felipe VI su "valentía y clarividencia" en la defensa de la libertad y la "plural convivencia del pueblo español" y ha propugnado un diálogo "con todos" que "no traicione ni disuelva la propia identidad".

Así se ha expresado monseñor Sanz en la homilía de la misa solemne que ha oficiado en la basílica de Covadonga ante los Reyes, la princesa Leonor y la infanta Sofía con motivo de la clausura del año jubilar mariano y el centenario de la coronación canónica de la Santina, concelebrada por el cardenal Rouco Varela, los arzobispos de Santiago, Granada y Burgos y seis obispos.

"En Covadonga nace un pueblo con clara denominación de origen" y "que no se amilana cuando hay que reconquistar con nobleza lo que se invade hurtándonos nuestro terruño patrio, lo que se nos usurpa empobreciéndonos, lo que se nos diluye imponiéndonos creencias tan intrusas e ideologías tan ajenas que terminan vaciándonos de lo que somos", ha subrayado el arzobispo de Oviedo.

"Son también diferentes los turbantes de hoy ante las cosas que nos turban preocupantemente cuando la vida en todas sus fases, la familia y su tutela, la educación intervenida o la libertad cercenada se malvenden en una almoneda trucada y abaratada", ha denunciado, antes de reflexionar sobre las grandes civilizaciones que se destruyen a sí mismas "desde dentro".

El arzobispo considera esa reflexión como "un diagnóstico de nuestra época", con males como los derivados de "las ideologías liberticidas" y el "ansia de poder", y ha añadido: "No quisiéramos ser conquistados por nadie y queremos dialogar con todos", pero "desde una cultura del encuentro que no traicione ni disuelva la propia identidad".

Al término de la eucaristía, los Reyes y sus hijas han sido recibidos en la explanada de la basílica por el himno de Asturias a cargo de la banda de gaitas Ciudad de Cangas y han iniciado la conmemoración de los 13 siglos de la fundación del reino asturiano con la ofrenda de una corona de laurel ante una estatua de don Pelayo engalanada con las banderas autonómica, nacional y de la UE.

Ángela y Javier, escolares de dos colegios de Cangas, han sido los encargados de depositar la ofrenda, ataviados con trajes regionales, mientras el gaitero asturiano José Ángel Hevia interpretaba la marcha procesionaria "Belmonte de Miranda".

El universal gaitero de Villaviciosa había sido también el intérprete del Himno de la Virgen de Covadonga que sonó en la visita previa a la imagen de la Santina en la cueva del monte Auseva que dio origen al santuario mariano.

La Princesa Leonor, que inaugura hoy su actividad institucional fuera de Madrid, ha recibido en la Casa Capitular de manos del presidente asturiano, Javier Fernández, la insignia de la Cruz de la Victoria, un obsequio que fue entregado en su día también a don Felipe por su condición de Príncipe de Asturias, y ha firmado en el libro de honor de la abadía, al igual que sus padres y hermana.

Antes, los Reyes y sus hijas habían saludado a los cinco expresidentes autonómicos asturianos y a una representación de la Fundación Princesa de Asturias encabezada por su presidente, Luis Fernández-Vega.

Entre aplausos y vítores dirigidos a los Reyes, a la Princesa y a la infanta, los cuatro han saludado uno a uno a la mayoría de los numerosos asturianos que les aguardaban tras las vallas de seguridad ante la basílica y en su recorrido hasta el Museo de Covadonga, donde han visitado dos exposiciones conmemorativas y la vitrina que exhibe la moneda conmemorativa del 1.300 aniversario del reino.

La primera de estas muestras, titulada "La imagen de un reino", ofrece una serie cronológica de los reyes de España con fondos artísticos del Museo del Prado, mientras que la segunda, "Covadonga Real y mística", reúne obras fotográficas de Fernando Manso, ambas en el museo de este Real Sitio.