Llevaba muchas horas esperando por ese momento y cuando llegó no pudo evitar la emoción. Entre la gran cantidad de personas que esta mañana y a mediodía esperaban en la explanada de Covadonga para ver a la familia real se colaron historias como la de Adriana, una niña que acabó llorando frente a la Princesa de Asturias. Todo sucedió cuando los Reyes y sus hijas salían de la zona de la basílica una vez concluida la misa y los actos matutinos organizados con motivo del triple centenario del reino de Asturias, la coronación de la Virgen y la declaración de la montaña de Covadonga como parque nacional.

La Reina Letizia se dirigió a la niña. "¿Estás cansada?", le preguntó. "Mucho", confesó la pequeña. La Reina le presentó a su hija Leonor a Adriana.

Entre los asistentes a los actos de hoy hubo quienes se quejaron de la decisión de la familia real de recorrer en coche los escasos metros que separan la santa cueva de la Basílica.

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Jornada histórica en Covadonga