Navia y Coaña vivieron ayer una jornada "histórica". Tras una década de espera, la obra civil de la estación depuradora de aguas residuales, que evitará, como ejemplo, que los hogares de Navia viertan sus aguas sucias directamente a la ría, está concluida.

El Consejero de Infraestructuras, Fernando Lastra, visitó la central y elogió "el esfuerzo de política ambiental" que supone su puesta en marcha, prevista para octubre. "Es un sistema de depuración para la ría de Navia que cumple con la directiva comunitaria y nuestra política ambiental", dijo. "Se trata de un sistema moderno y europeo al servicio de la calidad del agua", añadió. Fernando Lastra se mostró satisfecho con esta apuesta que "coloca a Asturias en grados de cumplimiento y responsabilidad en saneamiento y depuración que exige la UE". La planta y su red, valorado en más de 20 millones, dará servicio inicialmente a 12.563 habitantes.

A la visita institucional, acudieron los alcaldes de Navia y Coaña, Ignacio García Palacios (PSOE) y Salvador Méndez (PP), respectivamente. El primero se mostró "muy satisfecho" con la instalación "porque no se puede utilizar la ría de Navia como vertedero". Además, destacó que la depuradora evitará que, en caso de intensas lluvias, las aguas sucias de los hogares lleguen a las calles naviegas.

El alcalde coañés no se mostró tan optimista. Ahondó en la falta de saneamiento de otros pueblos del concejo cercanos a la estación depuradora y que podrían conectarse en un futuro. "Además, sigo en desacuerdo con la altura de la planta", indicó.

Durante la jornada, se destacó el "esfuerzo" del Principado por llevar el saneamiento a más puntos habitados de la zona rural asturiana. De hecho, a los colectores que empezarán en octubre a funcionar, se incorporarán próximamente Andés, La Colorada, Anleo, Talarén, Villapedre, Piñera y Puerto de Vega.