Tres físicos teóricos de la Universidad de Oviedo liderados por el catedrático Jaime Ferrer han logrado un importante avance en mecánica cuántica al conseguir observar por primera vez la naturaleza ondulatoria de los electrones en condiciones normales sobre dos hojas de grafeno. Esto es algo que jamás se había alcanzado, pero que Ferrer, junto con los doctores Víctor García Suárez y Amador García Fuente demuestran teóricamente en un estudio hecho público ayer en la revista "Nature Nanotechnology". Un descubrimiento que, más allá de suponer un punto de inflexión en la ciencia, permitirá explotar las potencialidades de la mecánica cuántica en los dispositivos electrónicos de uso diario.

"Los electrones son partículas, si bien la física cuántica dice que también pueden comportarse como ondas. El problema es que ese comportamiento (como ondas) es muy difícil de observar, y hasta ahora sólo se podía hacer a temperaturas muy bajas (unos 270 grados bajo cero) y/o en una atmósfera de ultra-alto vacío, dentro de campanas especiales", relata Ferrer. Sin embargo, el estudio de los científicos asturianos abre la puerta a visualizar esas ondulaciones "encima de la mesa", es decir, en condiciones normales con atmósfera y temperatura ambientes.

El hallazgo de los estudiosos de la Universidad de Oviedo parte de un dispositivo creado por la Universidad de Delft, en Holanda. Un aparato compuesto por dos hojas de grafeno superpuestas que resbalan una sobre la otra, en un desplazamiento de precisión atómica. Los físicos de Delft midieron la intensidad de la corriente eléctrica que fluye por el dispositivo según iban juntando y separando ambas hojas y vieron que oscilaba . El equipo de físicos asturianos lo analizó atendiendo a su carácter teórico y demostró que esas oscilaciones en la corriente son debidas a que en este dispositivo los electrones se comportan como ondas; es decir, se comportan de forma cuántica. Esas ondas rebotan en los bordes del grafeno y al reencontrarse interfieren entre sí haciendo oscilar la corriente eléctrica.

¿Y por qué sobre el grafeno? Es cierto que este comportamiento, "no es extrapolable a otros materiales", asegura Ferrer dado que el grafeno es el material más limpio que hay para que los electrones puedan fluir sin problemas.

¿Pero, cuáles serán las aplicaciones del descubrimiento? Más allá de tener innumerables potencialidades en el campo del desarrollo de nuevas tecnologías, los físicos asturianos valoran aplicar su descubrimiento "a la secuenciación del ADN y de las proteínas".