El rector de la Universidad de Oviedo, Santiago García Granda, reconoció ayer que, efectivamente, existen "retrasos" en la aplicación del protocolo para personas transexuales. Esas demoras, detalló el máximo responsable de la institución académica, están relacionadas con los "procedimientos informáticos automáticos" del registro de los estudiantes lo que implica que "el nombre sentido todavía no lo podemos poner". No obstante, García Granda dejó claro que "los dos casos que tenemos los atendemos individualmente, y me parece mal que los colectivos hagan llegar su queja por un problema personal muy importante por el que cada persona debería ser atendida adecuadamente". En esta línea aseguró que "lo estamos haciendo a través de ONEO (Oficina de Atención a Personas con Necesidades Específicas), informando a los centros de su situación para que sean tratados como ellos quieren ser tratados mientras su situación se regula", continuó diciendo. "Trabajamos en todos los frentes para atenderlos lo mejor posible", zanjó el rector. A finales del año pasado la Universidad de Oviedo puso en marcha el protocolo para personas del tercer sexo.