Después de un verano climatológico de temperaturas cálidas y muy húmedo en Asturias, se espera un otoño con mayor probabilidad de que los termómetros estén un poco por encima de la media de referencia, la del periodo entre los años 1981 y 2010. En cuanto a precipitaciones, la delegación territorial asturiana de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) no prevé apenas diferencias estadísticas sobre la media de ese periodo.

Acabamos de dejar un verano atípico, el sexto más lluvioso en el Principado desde 1981 (el pasado mes de julio fue el tercero con mayor número de litros de precipitación por metro cuadrado tras los de 1983 y 1996). Otro dato que se sale de cualquier estadística se encuentra en las más de 13.000 descargas eléctricas registradas en Asturias durante el mes de julio (el segundo mayor dato en lo que va de siglo). La descarga no es sinónimo de rayo porque un rayo puede tener varias descargas. En un solo día, el 15 de julio, hubo en Asturias 3.623 descargas de tormenta.

La temperatura máxima del verano tiene podio compartido: los 34,9 grados en la primera semana de agosto en San Antolín de Ibias y en Soto de la Barca (Tineo). Oviedo, por su parte, registró más de 50 litros por metro cuadrado en una sola jornada.