El urogallo cantábrico vive una situación límite y para intentar salvar la especie el Gobierno central acordó ayer con las comunidades de Asturias, Cantabria y Castilla y León poner en marcha una estrategia nacional para proteger a los escasos ejemplares que habitan en la cordillera Cantábrica, en extremo riesgo de extinción.

Así lo indicó ayer el viceconsejero de Medio Ambiente del Gobierno asturiano, Benigno Fernández Fano, tras la reunión mantenida con Javier Cachón de Mesa, director general de Biodiversidad y Calidad Ambiental del Ministerio para la Transición Ecológica, y representantes de los gobiernos de Cantabria y Castilla y León, a fin de diseñar las actuaciones de conservación del urogallo que se pondrán en marcha en los próximos meses.

"Hemos acordado llevar a cabo una estrategia nacional que será aprobada en diciembre para que pueda entrar en vigor en 2019", señaló Benigno Fernández Fano. "La especie tiene un problema muy serio; la caída de los censos es muy preocupante y debemos saber con qué recursos contamos en la naturaleza para ver qué medidas podemos articular", añadió Fernández Fano.

En Asturias los escasos ejemplares que quedan se concentran en zonas muy concretas del suroccidente. Otra de las posibilidades que sopesa el Principado es abordar la cría de urogallos en cautividad. "Aunque para eso se necesita un número de animales muy superior al que tenemos", añadió el Viceconsejero. De ahí que Fernández Fano vea con buenos ojos la entrada en funcionamiento de un nuevo centro en León, así como la reparación de las instalaciones existentes en Sobrescobio, que el Ministerio se ha comprometido a financiar. "El problema es que si no hay animales suficientes en la naturaleza vamos a tener que traer urogallos de los Pirineos", recalcó Fernández Fano.

En Cantabria la situación está realmente al límite, con la presencia de un solo ejemplar en los Picos de Europa.

La estrategia nacional se hará después de estudiar la situación actual del "gallu montés", el problema con los depredadores, las causas de la disminución del censo y las posibilidades de cría en cautividad.