Los termómetros marcaban veinte grados a eso de las 11.30 de la mañana del ultimo sábado del mes de septiembre y algunos visitantes aprovecharon para darse un chapuzón en las aguas del río Sella a su paso por Cangas de Onís para tratar de paliar los calores del "veroño" asturiano.

Una imagen que no pasó nada desapercibida entre otros muchos excursionistas que observaban un tanto atónitos la escena desde las inmediaciones del puente "romano".