Los gobiernos de Asturias, Cantabria y el País Vasco otorgaron ayer a ochenta y seis víctimas de la Guerra Civil su "lugar en la memoria democrática", con un acto para "recordar y rendir homenaje" a las víctimas de la Guerra Civil inhumadas en el cementerio de Limpias (Cantabria) en el verano de 1937, a las que han querido otorgar "el lugar que se merecen en la memoria democrática".

En el acto de homenaje, en el que participaron más de cuarenta familiares de las víctimas, se descubrió una placa en la que se recogen todos los nombres de los fallecidos en esta contienda, con el fin de honrar su memoria y de que no se olvide el motivo de su muerte.

Encarnación Vicente, directora general de Justicia del Principado de Asturias fue la representante del Principado en el acto, en el que por parte del Ejecutivo vasco asistieron el secretario general de Derechos Humanos, Jonan Fernández, y la Directora del Instituto Gogora, Aintzane Ezenarro.

En representación del Gobierno cántabro participó el consejero de Educación, Cultura y Deporte, Javier Fernández, y la directora general de Cultura, Eva Ranea. También estuvo presente la alcaldesa de Limpias, María del Mar Iglesias, en este emotivo acto de reconocimiento de las víctimas.

Testimonios

El secretario general de Derechos Humanos, Convivencia y Cooperación del Gobierno Vasco, Jonan Fernández, señaló que la celebración de este acto supone "sacarlos del olvido y otorgarles el lugar que merecen en la memoria democrática de nuestro país".

El acto se celebró a las once de la mañana frente al cementerio de Limpias, con la bienvenida por parte del consejero cántabro, Fernández Mañanes. Tras las intervenciones de los representantes institucionales, se proyectó un vídeo elaborado por el Instituto Gogora en el que vienen recogidos varios de los testimonios de familiares de las ochenta y seis víctimas, que ahora tienen su placa en Limpias.