Ni trampa, ni atropello de coche, ni mala praxis durante el rescate ni cualquier otra acción que tenga que ver con la intervención humana. La osa "Primorosa", que murió este sábado en el traslado desde Proaza hasta Oviedo, donde se la iba a tratar en una clínica de las graves lesiones que presentaba en una pata, falleció precisamente por las complicaciones de esta herida.

Así lo desvela la necropsia que se ha realizado al animal hoy en en las instalaciones del Servicio Regional de Investigación y Desarrollo Agroalimentario (Serida), en Deva, son dos lesiones: una fractura múltiple abierta en la extremidad posterior izquierda y otra que afectaba sólo a tejidos musculares en la extremidad anterior derecha. Ambas se encontraban en similar fase de evolución, estimada en más de 48 horas.

El resto de los descubrimientos macroscópicos apuntan a complicaciones de las lesiones de origen traumático como causa inmediata de la muerte, si bien las conclusiones finales dependerán de los análisis pendientes.

La Consejería de Infraestructuras, Ordenación del Territorio y Medio Ambiente recibió un aviso en torno a las 11 horas del pasado sábado, a través del 112, sobre el avistamiento de un oso pardo con dificultades para moverse. Tras ser localizado por efectivos de la Guardería del Medio Natural y del Seprona, la gravedad del estado del plantígrado obligó a su traslado a una clínica de Oviedo, donde los veterinarios solo pudieron certificar su fallecimiento.

La osa, de cinco años de edad, era uno de los animales que más se dejaba ver por los concejos de Teverga y Proaza y aún no había sido madre. El rescate para sacarla del río Teverga, donde se encontraba postrada sobre una roca, sin moverse e intentando calmar su fiebre con el agua del río resultó muy complicado y duró seis horas.