El caso de la osa muerta este sábado en Proaza está provocando un cruce de acusaciones entre asociaciones conservacionistas y el Principado. Concretamente es el Fondo para la Protección de los Animales Salvajes (FAPAS) el que asegura ahora que el Principado ha ordenado "quemar de inmediato" el cadáver de la osa para ocultar pruebas, y ha abierto una campaña en Change.org en la que intenta recabar apoyos para que los rescates de animales salvajes se lleven a cabo de forma más diligente, ya que según este colectivo las seis horas que duró el rescate pudieron favorecer el empeoramiento de la osa, que estuvo "sometida a estrés durante demasiado tiempo".

Además, según el FAPAS, la Administración es la "máxima interesada en cubrir cualquier negligencia o situación extraña que conlleve alguna responsabilidad". El FAPAS pone en duda si el manejo de la osa, de 5 años, pudo ser en realidad el causante de su muerte.