La Guardia Civil ha desarticulado un grupo afín al Daesh asentado en 17 cárceles de todo el país y que se ha saldado con 25 reclusos investigados, uno de ellos ingresado en el Centro Penitenciario de Asturias. Al parecer, la misión de estos presuntos yihadistas era captar, adoctrinar y radicalizar a otros presos. Según el Ministerio del Interior, su finalidad era fraguar el embrión de lo que podría considerarse un "frente de cárceles" yihadista. Se trata de la primera operación de estas características que se desarrolla en Europa. Distintas fuentes han confirmado que la investigación continúa abierta.

El Juzgado Central de Instrucción número 1 y la Fiscalía de la Audiencia Nacional dirigen la operación, desarrollada por agentes del Servicio de Información de la Guardia Civil en colaboración con la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias. Y en concreto, según las fuentes consultadas, con

Según el comunicado emitido por el Ministerio del Interior, esta operación es fruto de la investigación realizada por los grupos de control y seguimiento establecidos en el interior de las prisiones, cuya misión es vigilar a los reclusos para colaborar en el esclarecimiento de delitos, investigar posibles redes de delincuencia, etcétera.

El grupo investigado estaba compuesto por presos con antecedentes previos por delitos de terrorismo yihadista y también con reclusos comunes, "cuyo proceso de radicalización se ha iniciado durante su estancia en prisión. Entre ellos se encuentran varios ciudadanos españoles conversos o en proceso de conversión", explicó el Ministerio del Interior.

Esto indica que la mayoría de los investigados, "lejos de alcanzar su reinserción social, se han mantenido activos en la militancia yihadista, acrecentando su proceso de radicalización". Apunta interior que incluso su actividad podría ir más allá, teniendo en cuenta los ataques yihadistas en el interior de la cárcel francesa de Osny en 2016, y el atentado protagonizado durante un permiso penitenciario en Lieja hace unos meses, cuando un interno radicalizado asesinó a dos policías y un civil. Una de las agentes, de raíces asturianas.

El Ministerio del Interior destacó que esta operación coincide con el momento de máxima población reclusa por el terrorismo yihadista. Esto se explica, añade, porque desde que se decretó el grado 4 de alerta antiterrorista, "se han intensificado las investigaciones para anticipar y neutralizar la amenaza" del yihadismo para España.