Asturias se queda sin vuelos internacionales. La compañía TAP Portugal notificó ayer por sorpresa, en un comunicado oficial, que abandonaba la línea Asturias-Lisboa, y que el próximo día 28 realizará la última conexión. También elimina las que conectan la capital lusa con Vigo y La Coruña. La aerolínea justifica su decisión en la enorme dificultad con la que se ha encontrado su filial para contratar tripulaciones, además de la saturación del aeropuerto de Lisboa, lo que le ha obligado a realizar un estudio de rentabilidad de todas sus líneas.

Desde que TAP se implantó en el Aeropuerto de Asturias el 1 de abril de 2014, sin ayudas públicas, ha transportado a 94.297 pasajeros con una tasa de ocupación media que supera el 70 por ciento. La compañía portuguesa confirmó que los pasajeros que tengan billetes a partir del 28 de octubre serán reubicados de alguna manera para que puedan llegar a su destino.

El Gobierno del Principado aseguró ayer por la tarde "no tener conocimiento oficial" de la marcha de TAP", pero "de ser así, se trataría de una mala noticia" y desvinculó esta decisión de la competitividad del Aeropuerto de Asturias, teniendo en cuenta que abandona también Vigo y La Coruña. También destacó que la aerolínea lusa, "a diferencia de otras empresas, ha mantenido su oferta comercial sin que recibiese subvención alguna. Es un hecho que debe ser subrayado, especialmente ante quienes reducen la oferta de vuelos a una cuestión de dinero", en clara referencia al resto de aerolíneas que han abandonado el Aeropuerto asturiano a esperas de la adjudicación de los contratos a Madrid, Barcelona, Londres, París y Fráncfort.

El Ejecutivo regional anunció que "prepara otras gestiones con el objetivo de consolidar la oferta de vuelos del aeropuerto, que cerró 2017 con uno de los mejores registros de su historia", sin facilitar más datos que la esperanza de que "estas iniciativas se concreten a lo largo de los próximos meses.

La Federación Socialista Asturiana (FSA-PSOE) también se mostró esperanzada en que la decisión de TAP "no sea definitiva y la situación pueda revertirse en el corto plazo", y que el Gobierno regional "pueda recuperar los vuelos más demandados".

El presidente de la patronal asturiana FADE, Belarmino Feito, señaló que "cualquier pérdida de una conexión internacional es una muy mala noticia para Asturias". Y añadió que, "en este caso, al afectar también a La Coruña y Vigo, es un duro golpe que ahonda más en la herida del aislamiento del Noroeste".

Los partidos de la oposición cargaron en tromba contra el Gobierno. Pedro de Rueda, del PP, señaló que lleva "desde 2015 advirtiendo que esto iba a pasar", y reclamó que se dé entrada a las líneas de bajo coste en el Aeropuerto de Asturias para aumentar las frecuencias y enlaces y abaratar el precio de los billetes.

Ovidio Zapico, de IU señaló que el "desmoronamiento" del aeropuerto "parece un cerco en toda regla de las compañías aéreas que pretenden chantajear al Principado con las licitaciones" . Y reclamó al Ejecutivo que busque un consenso en la alianza social y política para hacer un frente común.

Carmen Moriyón, presidenta de Foro Asturias, criticó el "apagón aéreo internacional, que certifica el aislamiento de Asturias". Y advirtió al Gobierno regional de que "debe buscar soluciones a un problema que pone en grave riesgo al sector turístico".

Armando Fernández Bartolomé, diputado de Ciudadanos, aseguró que su partido pedirá explicaciones al Gobierno "y que haga una apuesta seria que nos permitan salir del aislamiento". Podemos ya reclamó la entrada de aerolíneas "low cost".