Sin una estrategia clara de Estado el futuro del medio rural asturiano es negro. O sea, inexistente. Y por el momento en España esa estrategia no existe.

Hubo coincidencia de diagnóstico en el debate que tuvo lugar anoche en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA. Pablo Priesca, director de la Fundación CTIC; Belarmino Fernández, alcalde de Somiedo y presidente de la Red Asturiana de Desarrollo Rural, y Jaime Izquierdo, escritor y experto en el medio rural, pidieron soluciones "desde arriba".

"El despoblamiento es un síntoma del fracaso de las políticas de Estado", aseguró Priesca. "No hay política de Estado porque no interesa a nadie. Si no se ve el problema, cualquier solución se frustra", añadió Jaime Izquierdo.

Pero "el futuro también pasa por la diversificación". Lo dijo Belarmino Fernández, alcalde de un concejo que logró consolidar en el calendario seis competiciones deportivas (montaña, running, ciclismo...) conocidas a nivel nacional. "El turismo rural tiene que ser fundamental. Gente llama a gente, y al revés, cuando la gente se va, otros se van con ella".

La falta de política se cubre aquí con regulación. "España es uno de los países más regulados del mundo. Existe una sobrerregulación, y eso va en contra de la innovación", dijo Pablo Priesca, que hizo hincapié en el reto de las nuevas tecnologías y las redes. "Conectar toda Asturias cuesta menos que construir cinco kilómetros de carreteras", agregó.

Izquierdo ya no quiere hablar de despoblamiento sino de "recolonización" y cualquier política para tal fin debe contar a su juicio con tres elementos: dignidad, comunidad y funcionalidad. "Hay que conseguir que los nuevos pobladores puedan vivir y trabajar en un entorno de bienestar, en un entorno de comunidad y vecindario, y con funciones propias o delegadas".

Otra coincidencia: si la Humanidad pierde la aldea, pierde el último anclaje con la naturaleza.