La invasión de ejemplares de oruga defoliadora de gramíneas no es un fenómeno exclusivo de Gijón, Carreño y Gozón. En el occidente asturiano se ha comenzado a sufrir este efecto, que llena de pequeños insectos carreteras, patios, jardines y prados. Uno de los núcleos más afectados en este momento es Anleo, en el concejo de Navia, donde se han tenido que tomar medidas urgentes contra la presencia de la "Mythimna unipuncta", en su denominación científica. La presencia de estos insectos es inofensiva para el ser humano, aseguran las autoridades locales, que afirman que se está actuando de la manera más diligente posible, y calma a la población ante este suceso. Los animales comenzaron a aparecer por cientos, e incluso por miles, hace algo menos de una semana, y ya se han convertido en el tema de conversación principal en Anleo. "Hacía muchos años que no veíamos algo así. Son una auténtica plaga", explica una vecina de la localidad. Los lugareños señalan que el principal foco de aparición de las larvas se sitúa entre el cementerio y el colegio, pero temen que en los próximos días avancen hacia todo el pueblo, devorando cultivos forrajeros, césped, y todo aquello que se encuentran a su paso.

"En el colegio hemos actuado con cautela, y estos días no estamos dejando que los niños salgan al patio, donde se ven muchos de estos gusanos", apunta una de las docentes del centro. De hecho, la pequeña porción de prado anexa a la escuela se encuentra llena de estos insectos, de unos tres centímetros de longitud. "Lo hacemos, sobre todo, por precaución, pero sabemos que no es algo que tenga un gran peligro para los niños", tranquiliza la maestra.

El concejal de Medio Ambiente de Navia, Marino Fernández, subraya que, si bien es cierto que Anleo se ha visto colonizado por la oruga, "se trata de un fenómeno común en estas fechas del año, y en más lugares de Asturias". El Ayuntamiento, a través de los operarios del servicio de jardinería, aplicaron ayer los productos fitosanitarios recomendados por Sanidad Vegetal. "Esperamos que en una o dos semanas se acabe todo esto, porque las larvas se convierten en mariposas", apunta el concejal.

En caso de presencia masiva de estos insectos, y para que no entren en las viviendas, se recomienda sellar los huecos por los que puedan entrar en los edificios, eliminar el mayor número posible de forma mecánica o manual, y, en caso de que sea posible, aplicar un insecticida en polvo a modo de barrera continua. Si la oruga se propaga por pastizales o maizales, los consejos pasan por valorar el daño que provoca, valorar el uso de productos fitosanitarios y pedir asesoramiento sobre cuál utilizar.