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En riesgo de apagón

El Noroeste es el área más expuesta a la transición energética: concentra las térmicas y minas de carbón y las grandes industrias electrointensivas

En riesgo de apagón

Una transición energética acelerada puede causar un apagón en la economía del Noroeste de España. Las provincias de esta área son las más expuestas a los efectos de la descarbonización porque concentran la mayoría de las minas y centrales térmicas de carbón. Además, los tráficos de mineral de importación son muy importantes para sus puertos de mar y unos 800 transportistas viven de moverlo entre las dársenas y las térmicas. Por si fuera poco, una hipotética subida del precio de la energía por el abandono del carbón podría poner en riesgo la competitividad de las industrias españolas intensivas en consumo eléctrico y el Noroeste concentra buena parte de ellas. De ahí penden decenas de miles de empleos.

Defenderse de los efectos de una "descarbonización express" es uno de los objetivos de la alianza empresarial del Noroeste que se formalizó el lunes en Oviedo. Las patronales consideran que, con una voz fuerte, su postura podría hacerse oír en el debate energético. Quieren que el tránsito a las renovables no dañe a su industria, que no salten los automáticos de otra reconversión.

En el Noroeste (en este caso en Asturias y León) sobreviven seis de las ocho compañías mineras de extracción de carbón que quedan en España. Dan empleo a poco más de un millar de trabajadores. Casi todos en la empresa pública Hunosa. En la minería privada aún no han echado el cierre Carbones de Arlanza, Hijos de Baldomero García, Carbonar, Compañía Astur-Leonesa y Uminsa, aunque las tres últimas están en concurso de acreedores. La minería del carbón tiene los días contados por mandato europeo y cualquier hilo de esperanza pasa por la continuidad de las térmicas que queman el mineral.

El Gobierno del PSOE no cuenta con las centrales de carbón en la travesía hacia una economía descarbonizada en 2050. Todas sus decisiones en Europa y en España (ver página 39) lo demuestran. Sus mensajes son claros para las compañías eléctricas, que tienen que invertir en mejoras ambientales antes de 2020 si quieren mantener las centrales abiertas. El Noroeste concentra diez de las quince térmicas de carbón que quedan en España. Son las de Aboño, Soto de Ribera, Narcea, Lada y La Pereda en Asturias; La Robla, Compostilla y Anllares en León, y As Pontes y Meirama en La Coruña. La de Anllares, propiedad de Naturgy y Endesa, ya tiene aprobado el cierre e Iberdrola está a la espera del visto bueno para clausurar la de Lada. Sólo las de Aboño y Soto de Ribera, propiedad de EDP, cuentan con sistemas de desnitrificación necesarios para cumplir la normativa ambiental a partir de 2020. Endesa está instalándolos en As Pontes y Naturgy anunció que invertirá en La Robla. En el resto la decisión está en el aire.

El tráfico de carbón es uno de los principales sustentos del puerto asturiano de El Musel y tiene peso en los de Ferrol y La Coruña. Además, del transporte de mineral por carretera se encargan en Asturias 300 camioneros; en León 350 y en Galicia 150, según las asociaciones del sector. Si cierran las térmicas su actividad se frenará en seco.

Diferentes informes de expertos (como los encargados por Congreso o por Greenpeace) han alertado de que un abandono precipitado del carbón incrementaría el precio de la electricidad en España al convertirse los ciclos combinados de gas en la tecnología que marcaría el precio en el mercado marginalista del kilovatio. Una subida del precio del recibo pondría contra las cuerdas a la gran industria electrointensiva, cuya competitividad en los mercados internacionales depende en buena parte del precio de la energía. Y buena parte de esa industria electrointensiva, fuerte generadora de empleo, está en el Noroeste.

Un estudio de la Federación de Industria de CC OO con datos del Ministerio para la Transición Ecológica destaca que Asturias, Lugo y La Coruña son, por ese orden, las provincias con mayor consumo de energía eléctrica en la tarifa de gran industria. Acaparan el 49% del total. El mayor consumidor de electricidad de España, la multinacional del aluminio Alcoa, tiene plantas precisamente en Asturias, Lugo y La Coruña y en más de una ocasión ha amenazado con el cierre por el precio del kilovatio. En el Noroeste se concentran también varias industrias de primera transformación de minerales metálicos donde los costes energéticos son muy altos. Son el caso de Arcelor-Mittal, Asturiana de Zinc, Megasa o Ferroatlántica.

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