El consejero de Educación del Principado, Genaro Alonso, invocó ayer el principio de "no inejerencia" en una competencia municipal para justificar aquello que en la voz del diputado del PP David González Medina se interpreta de otra manera: "La Consejería mira para otro lado" por motivaciones políticas ante la controversia generada por las quejas sobre los menús que se sirven en algunos colegios de Oviedo. Donde el parlamentario popular observa una inhibición interesada ante las denuncias respecto a "un servicio complementario nefastamente gestionado por el desastroso tripartito" que gobierna la capital, el Principado opone la convicción de que este asunto compete al Ayuntamiento y rige la certidumbre de que "no podemos inmiscuirnos", de que "no tenemos responsabilidades en el ejercicio de esa competencia" que de modo "impropio", asume, ejercen los municipios.

Alonso restringe la competencia autonómica a los 97 centros cuyo servicio de comedor depende de la Consejería, donde los controles funcionan, resalta, y "la calidad es alta y goza de la satisfacción de los padres. No hemos recibido quejas ni denuncias reseñables". Casos como el de Oviedo, remarca, "afectan a nuestros alumnos, y si somos conocedores de alguna denuncia es nuestro deber trasladarla, pero no nos podemos inmiscuir en un ámbito competencial que no nos corresponde".

Consejero y diputado se enzarzaron ayer en este rifirrafe de visiones contrapuestas durante un pleno de control en la Junta en el que Alonso también aseguró, a preguntas de IU, que tiene pedida una reunión con la ministra de Educación, Isabel Celáa, para plantear al Gobierno la urgencia del reconocimiento y creación de la especialidad docente de Asturiano. El Consejero aprovechó la ocasión para cargar contra "la actitud negativa y cerrada" que tuvo el Ministerio cuando lo dirigía el popular Íñigo Méndez de Vigo y para destacar que aquí tuvo "el apoyo del PP asturiano".