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La Guía Secreta De Asturias

Otoño en los puertos de Marabio

La carretera entre Teverga y Yernes y Tameza invita a detener constantemente el paso para disfrutar de la grandiosidad del paisaje de este monumento natural

Otoño en los puertos de Marabio

El otoño ya empieza a vestir el paisaje asturiano con los primeros ocres y marrones de la temporada, dependiendo, eso sí, de la altitud por la que se transite a la búsqueda de un paisaje que nos ofrezca paz, belleza y sorpresa.

Eso ocurre cuando desde Teverga se toma como destino el concejo de Yernes y Tameza por una carretera que atraviesa uno de los rincones más hermosos de esta zona del Principado. Si la primavera tiene que ser espectacular, estos días tampoco se quedan atrás. Y es que ya a pocos kilómetros del último pueblo tevergano el entorno se vuelve tremendo, inmenso, tal cual parece que se mirase un cuadro al óleo que no puede ser mejorado porque sin duda el modelo es mucho mejor.

Los que no gustan de caminar mucho o bien optan por dejarlo para otro día pueden disfrutar de parte de este paisaje recorriéndolo con el coche y deteniéndose a disfrutar del lugar allá donde el alma y el objetivo de la cámara precisen. Eso sí, parada obligatoria es, por ejemplo, junto a la capilla de Santa Ana, que pertenece a la parroquia de Santianes. Ya desde allí se tiene una vista espectacular de todo el valle. Justo a la derecha de la misma hay un mirador con una señalización de cuanto desde allí se puede distinguir con el tiempo despejado. La gran Peña Sobia, Las Ubiñas, los Cuetos Negros, el puerto de San Lorenzo, La Forcada, la braña Los Fuexos, el desfiladero de La Estrechura, Ferreirúa y el puerto Ventana, por citar algunas localizaciones.

El monumento natural de los puertos de Marabio paisaje kárstico recibe este calificativo para designar paisajes y formas labradas sobre rocas carbonatadas que se disuelven lentamente con la lluvia, dando lugar a paisajes agrestes con formas curiosas en su superficie. El sistema de Marabio se distingue fundamentalmente por dolinas y valles ciegos de corto recorrido. Así se señala en la información que allí mismo encuentra el viajero: "Veiga Prao, Veiga Murias y Las Llongas conducen las aguas hacia el área receptora de Piedrallonga". Ahí están el Sumidoiro del Fondadal, que tiene 150 metros de profundidad, y la cueva de Vistulaz, con 3.000 metros de desarrollo con estalactitas. También están la laguna de la Barrera, la de Veiga Castro y la de Foslayegua.

Los que opten por la ruta senderista, señalar que ésta se inicia desde donde se encuentra la ermita, estando allí señalizada. Entre otros lugares de paso, la ruta lleva hasta Las Forcadas para luego continuar hasta la braña de La Monxal, donde existen varias cabañas y, como en buena parte del puerto, sus zonas de pasto. Tras llegar luego a la Tejera de Hedrada se inicia el camino de vuelta. El primer tramo de la ruta atraviesa una hondonada donde está el sistema kárstico de Marabio.

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