"Las vacunas clásicas no han funcionado bien en personas de 65 años en adelante para ningún tipo de virus gripal". Así lo reconocieron ayer las autoridades sanitarias, que a su vez anunciaron una nueva estrategia de protección frente a la gripe basada en vacunas más poderosas y también más caras. ¿Objetivo? Reducir la cifra de complicaciones graves y muertes, que en los últimos tiempos, y de modo especial en los dos inviernos más recientes, se han duplicado, e incluso triplicado, entre las personas de más edad de la región.

El director general de Salud Pública del Principado, Antonio Molejón, y el jefe del servicio de Vigilancia Epidemiológica, Ismael Huerta, presentaron la campaña de vacunación de este otoño. Comenzará pasado mañana, lunes, y se prolongará hasta el 31 de diciembre. Hay una novedad importante que este periódico ya había anticipado meses atrás: a las personas que han cumplido 65 años se les aplicará una vacuna reforzada con un adyuvante, una sustancia química que ayuda a mejorar la respuesta inmune. "Hasta ahora, este tipo de vacuna sólo se utilizaba en mayores que vivían en residencias", precisaron los doctores Molejón y Huerta.

Por su parte, a los menores de 65 años incluidos en los grupos de riesgo -por padecer enfermedades crónicas- se les suministrará una vacuna tetravalente. Está diseñada para proteger contra los cuatro tipos de virus de la gripe más frecuentes en los tiempos recientes. "Aumenta el espectro de protección frente a las variantes de los virus gripales B con respecto a las vacunas trivalentes que se estaban usando hasta ahora", indicaron los responsables sanitarios.

Ismael Huerta y Antonio Molejón hicieron hincapié en que esta decisión no ha sido arbitraria. Se ha tomado "después de valorar las diferentes opciones con las vacunas actualmente disponibles en España, así como las recomendaciones establecidas por la Organización Mundial de la Salud (OMS)", subrayaron. Y agregaron que el cambio de estrategia "cuenta con el respaldo unánime del Comité Asesor de Vacunas del Principado de Asturias".

"La gripe no es un resfriado, puede causar la muerte", advirtieron Molejón y Huerta. La nueva hoja de ruta ha sido estructurada "después de revisar el comportamiento de la gripe en las últimas temporadas en Asturias". ¿Qué han visto los expertos? Que, aunque la epidemia mostró niveles moderados de incidencia, se produjo una mayor afectación en personas de 65 años en adelante, "con un aumento relevante de los casos graves y los fallecidos" en esta franja de edad. En la última temporada, el linaje del virus B que circuló no coincidía con el de la vacuna trivalente. La utilización de inmunizaciones con un efecto protector más ancho debe contribuir a paliar los efectos imprevistos derivados de los cambios de virus.

Desde 1987

Las campañas de vacunación frente a la gripe se llevan a cabo desde 1987. Hasta la fecha, siempre se habían aplicado dosis trivalentes. Para este otoño, Sanidad ha adquirido 220.000 vacunas: 158.000 para personas a partir de 65 años, y 62.000 dosis tetravalentes para los menores de esa edad. El presupuesto destinado por el Principado al suministro de las vacunas antigripales asciende a 1.059.540 euros, lo que supone un aumento de unos 400.000 euros con relación a la campaña de 2017.

Las vacunas serán administradas de forma gratuita en los centros de salud a los ciudadanos para las que están indicadas: mayores de 65 años, enfermos crónicos y mujeres embarazadas. En estas últimas -indicaron el director general y el jefe de servicio-, la inmunización protege tanto a la madre como al hijo recién nacido.

Los especialistas han constatado que hay una relación directa entre el aumento de los casos graves a partir de los 65 años de edad y la disminución de la tasa de vacunación en este mismo grupo de edad. Por eso quieren redoblar los esfuerzos de concienciación de los mayores de 65 años, cuyo escepticismo hacia la vacuna ha crecido de forma incesante desde la amenaza de pandemia registrada en 2009.