Los hogares monoparentales en España ya representan el 10% del total y rozan los 2 millones: en 2017 se contabilizaban 1.842.800 familias compuestas por un adulto y uno o más hijos dependientes, el 83% de ellas encabezadas por una mujer.

Un año más, la Fundación Adecco ha querido profundizar en la situación y retos de estas familias, elaborando el séptimo Informe #MonoMarentalidad y Empleo, para lo que se ha realizado una encuesta confidencial a medio millar de mujeres con responsabilidades familiares no compartidas. Su perfil sociodemográfico ha resultado ser el de una mujer entre 36 y 45 años, divorciada, con un hijo y estudios secundarios.

Las principales conclusiones del trabajo en encuentran que la tasa de riesgo de exclusión y/o pobreza entre las familias monoparentales asciende al 53,3% a nivel nacional. Para extrapolar estos datos a Asturias, se han tomado como referencia los datos nacionales, que reflejan un incremento del 91% entre la tasa de riesgo de pobreza general (27,9%) y la relativa a las familias monoparentales (53,3%). En el caso del Principado, con una tasa de riesgo de pobreza y exclusión social del 19%, la cifra se elevaría al 35% en el caso de los hogares compuestos por un adulto y uno o más hijos dependientes.

Además, las dificultades de acceso al empleo se convierten en el mayor desencadenante de pobreza: un 43% de estas mujeres no tiene trabajo, mientras que un 17% afirma tener algún tipo de ocupación, pero sin contrato: el 11% de estas últimas figura en los registros de desempleo, mientras que el 6% restante no ha acudido a los mismos por desmoralización o situación de irregularidad.

Al mismo tiempo, siete de cada diez ciudadanos lleva más de un año sin empleo: un 48% supera los 24 meses y un 22% lleva entre 1 y 2 años desempleada."Este desempleo de larga duración puede derivar en la economía sumergida: la ausencia prolongada de ingresos conduce a muchas mujeres a desempeñar trabajos no regulados, concentrados principalmente en sectores como la hostelería, la atención a personas dependientes y/o el servicio doméstico. Una realidad que tiene nefastas consecuencias en la economía global y que, además, genera una preocupante desprotección del trabajador, conduciendo directamente a la precariedad y a la exclusión"- destaca Francisco Mesonero, DG de la Fundación Adecco.

Además, la encuesta avala la realidad expuesta en el apartado anterior. un 43% de las mujeres con responsabilidades familiares no compartidas no tiene trabajo, mientras que un 17% afirma tener algún tipo de ocupación, pero sin contrato: el 11% de estas últimas figura en los registros de desempleo, mientras que el 6% restante no ha acudido a los mismos por desmoralización o situación de irregularidad.