"Los profesionales sanitarios debemos dar ejemplo vacunándonos contra la gripe", proclamó ayer Antonio Fernández Urízar, enfermero del centro de salud de Ventanielles (Oviedo) y miembro del Comité Asesor de Vacunas del Principado de Asturias. Fernández Urízar fue uno de los receptores de la vacuna en la primera jornada de la campaña de inmunización antigripal en la región, que se prolongará hasta el próximo 30 de diciembre. "Es una medida importante para que no seamos vehículo de infección para nuestros pacientes", indicó el enfermero, quien argumentó que para los trabajadores del ámbito sanitario "la vacuna debería ser obligatoria".

La vacunación se puso en marcha en 193 puntos distribuidos por todas las áreas sanitarias de Asturias. La Consejería de Sanidad ha adquirido 220.000 dosis, con un presupuesto de 1.059.540 euros. El objetivo fundamental de esta actuación -que en el Principado se desarrolla desde 1987- consiste en "proteger a las personas más vulnerables de la infección gripal: las afectadas por enfermedades crónicas y las mayores de 65 años", precisó la Administración sanitaria.

"Los mayores de 65 años son el objetivo más importante, porque configuran un grupo con más riesgo de sufrir una complicación o de quedar con secuelas que tengan difícil vuelta atrás", subrayó Antonio Fernández Urízar, instantes después de ser vacunado por una compañera del centro de salud de Ventanielles: la sierense Marina Llosa Villa, residente de enfermería familiar y comunitaria. "Además, cuanto más alta sea la cobertura de vacunación entre los mayores, menos riesgo habrá de que se contagien la gripe unos a otros", agregó el enfermero.

En el centro de salud de Ventanielles se aplican cada otoño entre 4.500 y 5.000 dosis de vacuna antigripal. Ayer también acudió a recibirla José Jiménez Jiménez, un niño de diez años que cuando tenía dos años y medio fue operado del corazón.

El Servicio de Salud (Sespa) reiteró que ha instaurado el operativo necesario para que puedan vacunarse todas las personas a las que se dirige la campaña de inmunización. Los interesados deben pedir cita previa en su centro sanitario habitual.

Ante las deficiencias de protección -sobre todo en mayores de 65 años- registradas en campañas anteriores, la Consejería de Sanidad ha optado por utilizar este otoño "las mejores vacunas disponibles en cada grupo edad para que proporcionen la mayor protección posible". Por eso se aplica una dosis reforzada con un adyuvante, componente que ayuda a mejorar la respuesta inmune, para el grupo mayoritario, que es el de las personas mayores de 65 años.

Entre tanto, a los menores de 65 años incluidos en los grupos de riesgo se les suministra una dosis tetravalente, diseñada para proteger frente a cuatro tipos diferentes del virus de la gripe. Esta modalidad de vacuna aumenta el espectro de protección frente a las variantes de los virus B con respecto a las trivalentes que venían aplicándose hasta la fecha.