Una reflexión sobre el sentido, las potencialidades y los retos del fenómeno metropolitano a través de la visión de un firme defensor, como el alcalde de Vigo, Abel Caballero, y un convencido entusiasta, el consejero asturiano de Infraestructuras, Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, Fernando Lastra. El diálogo entre ambos reunió en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA a representantes de los ayuntamientos asturianos que trabajan en la consecución de un área metropolitana, así como de la empresa y de distintos ámbitos de la sociedad regional.

"El futuro de buena parte del país pasa por las áreas metropolitanas y por la capacidad de cooperación desde el respeto mutuo", auguró el alcalde de Vigo, que señaló esta fórmula como "la plataforma ulterior del desarrollo del municipalismo". Abel Caballero defendió los beneficios de las áreas metropolitanas frente a "la fusión de municipios de Cristóbal Montoro", porque, recalcó, "es bueno hacer alianzas, es una realidad imparable". Contestó, categórico, a si serán terreno abonado para la proliferación de nuevos "chiringuitos", de estructuras paralelas sin los controles de la Administración: "La idea de área metropolitana encaja mal en el chiringuito. Su funcionamiento es natural, surge para dar respuesta a cosas que ya están pasando. El área metropolitana nunca será un chiringuito si está montada de acuerdo a la demanda para solucionar problemas".

El alcalde gallego, también presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias, explicó de manera sucinta la génesis de la metrópolis viguesa, que agrupa ya a catorce municipios con otros catorce que quieren entrar. "El área metropolitana, el Gran Vigo, tomó el espacio que la constitución de la comunidad autónoma no nos dio porque se hizo conforme a la estructura de principios del siglo XX con Santiago y La Coruña como referencias", argumentó Caballero, quien apuntó las razones que, a su juicio, están detrás del rechazo de la Xunta, que preside Alberto Núñez Feijóo, a la metrópoli del sur de Galicia.

"Hay una enorme desconfianza hacia Vigo, con todos los obstáculos posibles y de todos los colores. No es un problema de colores políticos sino de estructura territorial", afirmó.

El consejero asturiano de Infraestructuras defendió "la singularidad del modelo asturiano" frente a las experiencias, bien distintas, que pueden suponer Vigo, Barcelona o Bilbao. "La construcción del área metropolitana en Asturias no está ni puede ser liderada por una ciudad hegemónica, dominante en población o en potencial económico", mantuvo Fernando Lastra, que se decantó más por el diagnóstico de la Unión Europea, que las define como "ciudades grandes policéntricas, con varios centros o núcleos de diferentes tamaños, con una masa crítica de al menos 500.000 habitantes".

Fue ésa una definición que, subrayó el Consejero, "se ajusta como un guante a nuestra situación", tras hacer hincapié en la apuesta por "un modelo de cooperación", del que puso como ejemplo las buenas experiencias positivas con Cadasa, Cogersa y el Consorcio de Transportes. "Orientémonos hacia la cooperación y superemos la reduccionista pulsión identitaria", apuntó el Consejero. Caballero no se resistió a lanzar una pregunta, con toda la intención, a Lastra: ¿Sí, pero qué metrópoli va a mandar?, porque, tenerlo seguro, llegará el problema del poder, como pasa en Galicia y como ocurrió con Jordi Pujol en el área metropolitana de Barcelona". Lastra, mirando a la zona de la sala donde estaban los alcaldes de Oviedo, Wenceslao López; de Siero, Ángel García, "Cepi"; de Langreo, Jesús Sánchez, y el teniente de alcalde de Gijón, Fernando Couto, aseguró que "ninguno de los ayuntamientos ha planteado esa demanda", y afirmó que la entrada en el área metropolitana de representantes de la empresa y las asociaciones de trabajadores "aportará determinados equilibrios que harán de contrapeso a las ansias de poder que puedan aparecer. Aquí son los ayuntamientos los que dan fortaleza al área metropolitana", contestó el titular de Infraestructuras.

La alcaldesa de Avilés, Mariví Monteserín, tenía previsto asistir pero excusó su ausencia por el incendio que afectó ayer a las instalaciones de Arcelor. También estuvieron entre el público que llenó el Club Prensa Asturiana el secretario general de la FSA, Adrián Barbón, y el portavoz de Ciudadanos en la Junta General, Nicanor García, así como los diputados autonómicos del PSOE Nuria Devesa y Nino Torre, y el diputado de Izquierda Unida, Ovidio Zapico. También, responsables del periódico, con el director general de contenidos de Prensa Ibérica, grupo editor de LA NUEVA ESPAÑA.