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USAMA BILAL | Médico gijonés becado por La Caixa con 2,5 millones para investigar el efecto de las ciudades en la salud de sus habitantes

"A menos recursos, mayor riesgo de enfermedad cardiovascular"

"Es importante hacer presión para que existan más oportunidades y mejores condiciones en investigación"

El asturiano Usama Bilal, en Baltimore, donde reside.

- Enhorabuena.

-Gracias. Ésta es la oportunidad de desarrollar una carrera investigadora desde ya, con muchos más recursos y oportunidades de los que dispondría sin tener este proyecto. Supone también la oportunidad de contratar a gente en buenas condiciones y de poder seguir formando a otras personas en la importancia de la salud en las ciudades.

Usama Bilal Álvarez, médico e investigador gijonés asentado en Baltimore, acaba de recibir el premio "Early Independence", por el cual recibe una financiación de dos millones de dólares para una investigación sobre la influencia de las ciudades en las que vivimos sobre nuestra salud.

- Dos millones de dólares para una investigación en cinco años. ¿Qué respuestas busca?

-Entender cómo el tamaño y el crecimiento de las ciudades afecta a la salud. Sabemos que las ciudades grandes son diferentes a las pequeñas. El ritmo de vida, la cantidad de coches, la polución, la cantidad de comida preparada son diferentes, y todas estas cosas tienen un efecto en la salud. Busco ver cómo se conectan estas observaciones previas, y busco ver qué políticas pueden mitigar los efectos negativos de vivir en grandes ciudades.

- Centró sus estudios en la epidemiología vascular. ¿Cuánto afecta a la población y qué riesgos conlleva?

-Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en el mundo, y una de las principales en España y en Asturias, junto con el cáncer. Conllevan una carga enorme de discapacidad y costes para el sistema público. Además, sabemos que no se distribuyen aleatoriamente: la gente con menos recursos tiene más enfermedades cardiovasculares y está expuesta más a sus riesgos. Entender por qué ocurre esto y cómo podemos evitarlo es parte de mi programa de investigación.

- El tipo de vida que llevamos, ¿cómo condiciona nuestra salud vascular?

-Sabemos que el estrés y la contaminación tienen un efecto negativo en la salud cardiovascular. Pero también lo tienen la comida ultraprocesada, el sedentarismo y el tabaquismo. Mi principal idea es que estas cosas no se deben a decisiones individuales de cada persona, sino a condicionantes sociales que hacen que la gente viviendo en ciertas zonas esté expuesta a factores de riesgo.

- Las ciudades grandes tienen más efectos negativos sobre nuestra salud que las pequeñas. ¿Por qué?

-Parte de mi proyecto será estudiar hasta qué punto esto es cierto o no. Ciertos aspectos de la salud son mejores en ciudades grandes, y otros aspectos son mejores en ciudades pequeñas. Estas diferencias se deben a los diferentes ritmos de vida, la disponibilidad de trabajos, el tipo de industria y servicios disponibles, las presiones sobre la vivienda, la seguridad y la cantidad de coches.

- Lleva tiempo formándose fuera, ¿volverá a España para ejercer?

-En algún momento me gustaría volver, pero también sé que esto sólo se dará si las condiciones para realizar investigación mejoran. Ahora mismo vemos en los medios historias de investigadores que se quedan sin financiación, que no pueden usarla incluso tras haberla obtenido o que viven con contratos precarios. Es muy difícil poder realizar investigación rigurosa y con impacto social cuando las condiciones de trabajo son muy inestables.

- ¿Cómo podemos reducir el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares? ¿Cuáles son las que más afectan a la población y por qué?

-La mejor manera de reducir el riesgo cardiovascular de una población es mediante la acción política. Si conseguimos que nuestros gobiernos locales hagan políticas que mejoren el transporte público y limiten el uso masivo del coche, reduciremos la cantidad de polución y los accidentes de tráfico. Haremos que las ciudades sean más amigables para caminar o ir en bicicleta, reduciendo el sedentarismo y mejorando la forma física. Éste es sólo un ejemplo de cómo intervienen los condicionantes que afectan a la enfermedad cardiovascular, pero podemos encontrar otros relacionados con la alimentación o el estrés en el trabajo. Y no hay que quedarse únicamente con los aspectos del entorno cercano. Hay otros aspectos sociales que también son muy importantes. Durante los 80 y 90 hubo un montón de campañas de anuncios de tabaco dirigidas a mujeres. También sabemos que hoy en día la cantidad de mujeres que hace deporte al aire libre es mucho menor que la cantidad de hombres que lo hacen, mientras que muchos de los deportes practicados por mujeres se hacen en gimnasios o similar, principalmente por sentimientos de inseguridad en la calle. Éstos son dos ejemplos del efecto que tienen los aspectos sociales en salud cardiovascular, y para cambiarlos hay que tener un compromiso político.

- ¿Tanto afecta el entorno y el lugar donde residimos a la hora de desarrollar una enfermedad cardiovascular?

-Sí. Por ejemplo, en Madrid hay casi 10 años de diferencia en la esperanza de vida entre los barrios más ricos y los más pobres. Lo mismo ocurre en Londres, en Baltimore o en Buenos Aires. Además, las ciudades ofrecen un entorno excelente donde realizar políticas públicas, ya que éstas pueden depender mucho del contexto local.

- Usted es de Gijón, ¿tiene unas características saludables para mantener sano nuestro corazón?

-Gijón tiene muchas cosas buenas. Vivo en Baltimore, que también tuvo astilleros y una enorme epidemia de uso de heroína en los 80-90. Ahora bien, si uno va a Baltimore hoy en día y lo compara con Gijón, la diferencia es enorme. Gijón ha tenido una serie de políticas de integración social (vivienda social integrada con el resto de viviendas), ocio para adolescentes, y regeneración urbana, que van a tener un efecto que sería interesante evaluar en un futuro. Hace un par de años hice el camino desde San Lorenzo hasta la playa de La Ñora y me impresionó lo bien mantenido que está, y la cantidad enorme de gente caminando por la calle. Esto no se ve en todas las ciudades. También, por el lado negativo, me sorprendió la cantidad de panaderías industriales, la cantidad de nuevos supermercados, y de casas de apuestas. Como decía antes, las ciudades no van en una dirección única: se desarrollan en lo bueno y en lo malo, y la idea es promover lo primero y limitar lo segundo.

- ¿Es sencillo cambiar los patrones de conducta de las ciudades en favor de la salud?, ¿cómo se puede trabajar para cambiar conciencias?

-No es nada sencillo cambiar conductas, no lo conseguimos. La obesidad y la diabetes siguen subiendo, la gente es cada vez más sedentaria y empeoran los patrones de dieta. ¿Dónde hemos tenido éxito? En aquellos factores (como por ejemplo el tabaquismo) donde se han implantado muchas políticas públicas o ha habido una presión social enorme. Y aun así hay mucho camino por recorrer, incluso en aspectos como el tabaco.

- ¿Se valora lo suficiente la labor investigadora de las mentes brillantes como la suya?

-Yo tuve mucha suerte en toda mi carrera. Hice la Primaria en el colegio público Santa Olaya de Gijón, donde a principios de los 90 había un equipo multidisciplinar de apoyo a estudiantes con diferentes necesidades. Luego mientras hacía Medicina, tuve la suerte de encontrarme con el doctor Manuel Sánchez, que me ayudó mucho a iniciar una carrera investigadora, lo cual incluyó pedir una beca para pasar el verano en el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares en Madrid con el doctor Manuel Franco, lo cual me introdujo a la epidemiología y acabó concluyendo con irme con una beca de La Caixa a Estados Unidos. En definitiva, lo que he tenido es mucha suerte con mentores y con las oportunidades que se me cruzaba por el camino. Creo que es necesario aumentar la disponibilidad de becas y soporte para gente que inicia su carrera investigadora, de manera que esto no sea un tema de suerte y sea un tema al que muchos tengan acceso.

- ¿Qué supone para alguien que se está formando poder acceder a este tipo de becas?

-Nunca te concederán las becas que no pidas. Es muy importante buscar oportunidades y pedirlas si es posible. Pero también es importante hacer presión para que existan más oportunidades y para que las condiciones sean buenas. Si dejamos que la investigación sea un reducto de los pocos que pueden permitirse hacerla sin apoyo público, o que sea exclusiva sobre temas que empresas privadas quieran investigar, nunca lograremos investigar los factores que de verdad afectan a la población.

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