La familia de la marcha nórdica crece con ímpetu. La celebración de la Semana Rosa lo ha puesto de manifiesto. Ayer se dieron cita en el Campo San Francisco ovetense más de 50 mujeres -y un hombre- en vísperas de la celebración del Día Mundial Contra el Cáncer de Mama, que se conmemora mañana viernes. Vestidas de rosa, todas las participantes en la sesión alzaron al cielo sus bastones como gesto de felicitación a quienes han superado la enfermedad, de solidaridad con los que están peleando contra ella y de homenaje a quienes se han ido tras sufrirla.
La marcha nórdica es un ejercicio beneficioso para cualquier persona, y particularmente recomendable para las mujeres que han pasado por el cáncer de mama, han sido operadas, les han quitado los ganglios de la axila y se enfrentan al riesgo de padecer ese indeseable hinchazón del brazo denominado linfedema. "Caminando se activa el 50 por ciento de la musculatura; con la marcha nórdica, se mueve el 90 por ciento", destaca Isabel García-Bernardo Pendás, líder natural del grupo por su particular arte para enseñar motivando y motivar enseñando. "Es una actividad que engancha muchísimo", puntualiza.
La cita del paseo del Bombé tiene lugar los miércoles. Acuden mujeres que pasan o han pasado por el cáncer de mama, mujeres con otro tipo de cáncer o con otra enfermedad, y personas que se suman por amistad o solidaridad con otras participantes. El magnetismo de los bastones ha provocado, por ejemplo, que se haya incorporado un grupo de mujeres que son amigas desde su etapa escolar. "Cada semana suelen empezar entre seis y ocho personas, de las que la mayoría vuelve a la semana siguiente", explica Isabel García-Bernardo.
Ejercicio para el brazo
Una vez reunidas en el parque ovetense, se agrupan según el nivel de destreza conseguido. Ángeles Caicoya forma parte de la cuadrilla más avanzada. Ella no ha pasado por el cáncer. "Me metí en la marcha nórdica para caminar bien, ir con el cuerpo erguido, respirar bien...", señala. Su grupo suele dirigir sus pasos hacia la pista finlandesa o la senda de Fuso hasta La Manjoya. Ángeles Caicoya analiza los beneficios de la actividad para las mujeres con cáncer: "Las ayuda mucho, porque es un ejercicio suave para los brazos, y de paso comparten sus problemas con otras personas que tienen la misma enfermedad".
Margarita Fuente, presidenta en Asturias de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), explica que este programa de marcha nórdica surgió en un taller organizado por este entidad en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA). "El auge que ha alcanzado es una maravilla", asevera. En estos meses pueden haber acudido a la cita del Campo San Francisco unas cien personas distintas.
Como parte de los actos conmemorativos del Día Mundial Contra el Cáncer de Mama, mañana viernes, a las 12.00 horas, en la explanada exterior de consultas externas del HUCA, se llevará a cabo una concentración en apoyo a las personas que padecen cáncer de mama con el lema "Levanta tu mano". Todas las personas allí congregadas alzarán sus manos pintadas de rosa.
Ayer, lo que se alzaron fueron los bastones. Signo de solidaridad y de esperanza, de celebración del simple y maravilloso hecho de vivir, pero también de condolencia por quienes se han ido. Por ejemplo, por Lola Rubín, integrante del grupo, fallecida el pasado 21 de agosto.
