Ryanair sopesa presentarse al concurso para hacerse con el contrato para la ruta entre Asturias y el aeropuerto de Stansted. Así lo esperan desde la plataforma de afectados por la cancelación de esta conexión, que están en conversaciones con varias aerolíneas. Easyjet lleva desde 2005 operando esta ruta, pero abandona el servicio a finales de este mismo mes.

En principio Ryanair estaría interesada en hacerse con la conexión, como cualquier otra aerolínea de bajo coste, pero todas tienen complicaciones logísticas, ya que el Principado exige a las compañías que ponga el servicio en marcha en dos meses. Además, según los contactos mantenidos desde la plataforma de afectados por la cancelación Asturias-Stansted, Vueling puede ser la compañía que opere desde Asturias con rutas diarias a Gatwick, no sería una sorpresa, al menos se presentará al concurso para hacerse con la ruta, lo mismo que hará para volar a París ya que sería sólo una continuidad en el servicio y sería más fácil de implementar. Aunque de momento las licitaciones siguen abiertas, lo que sí que se da por hecho es que serán Iberia y Vueling las compañías que van a hacerse con los contratos de las conexiones nacionales. El día 26 se sabrán cuáles son las aerolíneas que presentan ofertas para las conexiones nacionales. Las rutas a Heathrow y Fráncfort podrían quedar desiertas, si no se presenta Iberia Express, que no quiso renovar Heathrow o alguna otra compañía. La plataforma de afectados por la cancelación de la ruta Asturias-Stansted se ha mostrado muy crítica desde un principio con el Gobierno regional por no atajar "el problema a tiempo". Y es que el aeropuerto de Asturias podría quedarse sin ninguna conexión internacional este mes, a expensas de que TAP continúe con sus vuelos a Lisboa.

Según Ezequiela Rodríguez, presidenta de la plataforma, las condiciones que marca el Principado para los contratos vetan la entrada de las "low-cost" y favorecen a las compañías madre y a aquellas que ya han operado esas rutas. El consejero de Industria, Isaac Pola, lo niega, y asegura que no tiene preferencias y que si las compañías abandonan sus rutas es por una "decisión empresarial".